Sin restarle méritos a ninguno de los
constituyentistas electos y sin ánimos de introducir elementos divisorios en
esta coyuntura donde las fuerzas chavista; progresistas y patriotas se han
cohesionado en un todo, conscientes del peligro que se cierne sobre la patria;
creemos firmemente que Diosdado Cabello debe presidir La Asamblea Nacional
Constituyente.
Y es que la hora de la patria reclama
mano firme, mano dura. Mucha cordura y equilibrio, pero firmeza. Los enemigos
de la república se han empeñado duro en contra de los intereses supremos de la
nación. Por ello creemos firmemente que Diosdado Cabello debe liderar La Asamblea Nacional Constituyente. Pues, entre otras cosas importantes Diosdado
es expresión genuina de las corrientes más puras del chavismo con Chávez.
Hombre formado en los cuarteles, pero de mucho antes, militante revolucionario
y comprometido con el pueblo y sus luchas.
Chávez maestro, Chávez padre y guía,
Chávez visionario, Chávez hombre mirando por sobre las edades del tiempo, al
final sabe que no aró en el mar. Todo el camino andado sirvió para formar
hombres y mujeres; políticamente, ideológicamente, pero formados en la lealtad;
esa especie de don perdido que hoy vale como el oro.
Diosdado ha demostrado firmeza ante
los enemigos de la revolución y no concede tregua y no vacila en sus decisiones.
Los tiempos por venir exigen que el pueblo se haga poder. Pues, si bien es
cierto que el pueblo, con Chávez y Maduro han llegado al gobierno, el poder, en
gran medida, lo ha seguido ostentando la burguesía y los sectores
económicos-financieros de la sociedad. Los medios de producción los sigue
controlando la burguesía. La guerra económica es un ejemplo visible de ello y
Lorenzo Mendoza uno de sus principales rostros.
Al Estado le urge rescatar su
autoridad y su majestad y el pueblo exige castigo para los promotores de la
violencia. Todos convictos y confesos y en su mayoría amparados por un uso
grotesco y exagerado de la Inmunidad Parlamentaria.
Diosdado ha recorrido al país de
palmo a palmo. Ha estrechado la mano del pueblo. Incluso, hasta en los momentos
en que muchos se enchinchorraron y acobardaron y en donde la traición estaba a
la vuelta de la esquina. Llevó el mensaje de Chávez a todos los rincones de
Venezuela y dijo presente.
Con Diosdado en La Presidencia de La
Asamblea Nacional Constituyente el pueblo le ha de gritar a los enemigos de la
patria, que; “Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir”