Si bien desde el punto de vista
holístico concebimos al mundo como una sola unidad, como el todo que encierra
la armonía necesaria para la vida. Donde cada átomo, cada suspiro y en donde
cada vida que late es una organización perfecta de la naturaleza. A través de
la cual cada vez entendemos más que el hombre, mas allá de su afán de conquista
y de su empeño terco por querer dominar a la naturaleza, no es más que una
pequeña, sino ínfima parte, de un todo, donde el hombre no vale más que un
grillo o una gota de lluvia o un eclipse lunar. Aun así nos creemos superiores
y no cesamos en inventar mecanismos de supremacía y de dominación. No
importando que sean autodestructivos.
La llamada
Globalización, a través de la cual se ha querido reducir el mundo a una “Aldea
Global”, no es más que el plan hegemónico del Modo de Producción Capitalista.
Es la globalización de las fuerzas imperiales. La globalización del dominio de
los centros de poder del mundo sobre el resto de la población, y ahora también,
a través del programa “La Guerra de Las Galaxias”, sobre el espacio.
Por otro lado, visto
desde otra perspectiva, la globalización
no es más que la mundialización
de la pobreza y de la miseria de las grandes mayorías. El modelo
capitalista se agotó. Y ahora en su fase superior es más cruel, más inmoral,
más violento y más destructivo.
El fenómeno migratorio,
que hoy mantiene al hombre en una movilidad nunca antes vista; que lo empuja
nuevamente a la condición de nómada, está generando un serio deterioro en los
derechos fundamentales de los seres humanos. En su afán por buscar el bienestar,
las fronteras empiezan a cerrarse y el mundo a reducirse. El hombre nuevamente enemigo
del hombre. El fenómeno migratorio o la movilidad humana, ha disparado las
alarmas y hunde al mundo en un profundo deterioro de la calidad de vida.
Nuevamente el hombre se enfrenta a terribles expresiones discriminatorias;
xenofobias, explotación sexual, trata de blancas, desprecio y burlas. Una profunda
negación de lo humano se ha instaurado; “vemos humanos pero no humanidad”.
En el caso de Venezuela el fenómeno migratorio es sui
generis, pues, si bien es cierta que este no es estimulado por una guerra de
bombardeos (guerras de destrucción masiva), el país ha sido objeto del mayor
experimento de aplicación de una Guerra de tipo No Convencional. Donde la
massmedia y los grandes laboratorios de Guerra Psicológica, en su afán por
crear “condiciones objetivas” (llámese Crisis Humanitaria), para provocar y
justificar una intervención en el país, han estimulado la salida de venezolanos
fuera de nuestras fronteras, dizque, para buscar una vida mejor.
El Plan “Vuelta a La
Patria” que ha establecido El Gobierno Bolivariano se enmarca en una línea política
correcta en aras de apoyar a sus connacionales. Independientemente de sus
creencias políticas o partidistas. Son venezolanos, que, como EL REGRESO DEL
HIJO PRODIGO, nos hace un llamado a la solidaridad y el regocijo por el regreso
a casa del hermano.
Y así como recibimos
al hermano con los brazos abiertos, así también convocamos a la unidad
nacional. Todas las expresiones organizativas, progresistas, nacionalistas y
patriotas debemos unirnos en función del país, en función de la Madre Patria: “Cuando
el clarín de la patria llama, hasta el llanto de la madre calla”.