Sin dudas que la massmedia; esa
especie de arma mortal que solo ataca la mente de la gente, para afectar su
sano juicio y luego convertirlos en masas humanas tranquilas y dóciles, es la
herramienta más poderosa que usan los enemigos de la patria, para lograr torcer
el rumbo de país diseñado y expresado a través del Proyecto “Simon Bolívar” y
sus líneas estratégicas, que definen claramente el camino por donde recorre la
patria.
Es atroz la guerra
que se cierne sobre Venezuela. Bloqueo económico, sabotaje y una sistemática política
de desprestigio que de seguro hace mella en la autoestima del venezolano. Unos deciden
irse del país en busca de nuevos derroteros, otros, marchan cada día sintiendo
el peso de la crisis, muchos, sin entender, quizás, que la misma es provocada
por la guerra que se desarrolla contra el país.
Los Buitres están a
la espera de su presa. Confían en su paciencia y que todos los recursos
empleados han de dar sus frutos. Subestiman a un pueblo y su gente (y decimos
pueblo, no desde un punto de vista geográfico, no. Lo decimos desde la concepción
del Materialismo Histórico, como herramienta científica de análisis marxista).
Quienes preparan la
toma y el saqueo del país desde los laboratorios de guerra, se olvidan que
Venezuela carga sobre su conciencia histórica
más de dos siglos de historia. Y además, historia gloriosa y llena de
victorias. Se olvidan que Venezuela es la cuna de uno de los hombres más
grandes que ha parido este mundo; Simon Bolívar.
Subestiman a una idiosincrasia
y una cultura, a una estirpe y a un pueblo que se asume hombre, patria,
libertad. A un pueblo montaña, rio, caminos, sueños, dignidad.
Venezuela libra una
batalla épica. Mientras el sistema capitalista se empeña en imponer su ética de
funcionamiento; valga decir, consumismo, destrucción, progresismo,
desarrollismo y con un planeta al borde de la destrucción, desde Venezuela
surge la esperanza, el paradigma y el modelo de que si es posible el
relanzamiento de lo humano. De que si es posible retomar la dignidad como
bandera y los conceptos noble de libertad, auto determinación, igualdad. Que
soñar es un derecho colectivo de los pueblos y de las sociedades. Soñar un
mundo mejor, con valores que dignifiquen lo humano y al hombre.