Muchos de los que militamos en este
proyecto de país; el que se impulsa desde el chavismo y el bolivarianismo;
desde el nacionalismo y desde la pura dignidad. Y que en la mayoría de los
casos desconocemos los mecanismos de decisión del Alto Gobierno, pero que en
gran medida somos cónsonos con las políticas que este lleva a cabo, y que sin
duda compaginamos en la gran fuerza que apoya al Gobierno Nacional, en
ocasiones nos preguntamos, de las razones reales que existen detrás del hecho
de que Juan Guido aun no este preso.
Y conste que las razones
de su encarcelamiento, van más allá de ser arrastrados por algún tipo de
politización o fanatismo político. No, las razones cunden en lo jurídico y hasta
en la más elemental condición de decirse ciudadano de un país; en el sentido de
sentirnos herederos de una historia; de unos símbolos patrios, de un
territorio, de una cultura, de una heroicidad que nos define, más allá de las
diferencias políticas, en patriotas. En amantes y defensores de lo nuestro.
Confesándonos
alejados y muy ignorantes de los mecanismos de decisión del Alto Gobierno, en
el fondo de nuestra impotencia; y por eso titulamos; CUANDO LOS DESEOS NO
PREÑAN, desearíamos que El Gobierno Bolivariano, ante una acción que conlleve
la detención de Juan Guiado, y ante la reacción de los EE.UU, pudiéramos
aprovechar nuestra relación de amistad con países como Rusia, China, Turquía,
Irán, la india, etc. Y poder garantizar algún apoyo de tipo militar, que en la
acción de detención de este personaje, tengamos nosotros el apoyo de potencias
militares que garanticen la paz en suelo venezolano.
Algo parecido a la
crisis de los misiles en Cuba en el año de 1962 (Crisis de Octubre). Crisis
esta que si bien tuvo una connotación terrible, desde el punto de vista de lo
que significa un ataque nuclear, pero que con el apoyo de Rusia, Cuba gano el
respeto de no ser invadida por potencia alguna, y en este caso de manera
concreta, de parte de los EE.UU.
Por otro lado, estamos convencidos del
inmenso apoyo popular con en el que cuenta el Gobierno Bolivariano, a la hora
de tomar una acción de esta naturaleza. Pues, si bien se dice que Maduro juega
al desgaste político de Guido y que este a diario demuestra una increíble
incapacidad para todo, no es menos cierto que algún efecto negativo tendrá; en
el marco de una sociedad de Derechos y de Justicia, con un ordenamiento
jurídico muy maltratado por los enemigos políticos, en la vida cotidiana de los
venezolanos.
Como olvidar El
Decreto de Guerra a Muerte emitido por Bolívar en 1813, durante la caída de La
Primera República, y como una respuesta a las atrocidades, que erguidos en el
triunfo, y liderados por el capitán español Domingo Monteverde, impulsaba la
corona española. Fue una declaración que obligaba al bien nacional y a
preservar la vida y la integridad de los venezolanos. Un decreto muy duro, con
mucha autoridad militar.
El capitalismo; como
sistema, y además con su poder militar y poder mediático, tiene al mundo
sumergido en una locura total. La diplomacia; esa expresión hipócrita de hacer
política, de estrechar la mano del enemigo, de sonreír sin ganas y de fingir
armonía y paz, ha quedado hecha añicos y hoy no sirve para nada. La política se
ha tornado en una vulgaridad que hace mucho daño. La gente miente y no se
avergüenzan y muchos hasta confiesan sus aberraciones y todo es normal. No pasa
nada. Y pobre quien ose burlarse o mostrarse incrédulo. Una locura total.
Pero como Venezuela
es un “mal ejemplo”, que seguramente van
a seguir muchos países, entonces deberíamos de poner preso a Juan Guaido y
restearnos, como país y como gobierno, en los cojones de rebeldía histórica que
hemos heredado.