miércoles, 23 de abril de 2014

LA DESTRUCCIÓN DE LOS LIBROS

   Si bien es una práctica atroz; que indigna, que humilla, que entristece, con dolor hay que decir que La Destrucción de Los Libros es una acción que parece signada a la historia humana. Es como una nube gris que se encarga de ensombrecer cada intento de luz en el camino del hombre en la búsqueda incesante de este, por descifrar ese espejismo constante de la verdad.
Si bien indigna al ver como, por intereses intrascendentes, mediatos e injustificables, La Destrucción de Los Libros se ha convertido en una práctica perversa; que además le mutila a las generaciones futuras la posibilidad de poder contar con instrumentos concretos para poder estudiar, revisar, comprender una realidad especifica, sorprende saber que aun hoy a pocos años de iniciarse el siglo XXI, esta sea una práctica que se mantiene en el comportamiento humano. Es oportuno recomendar la lectura del libro de Fernando Báez, "Historia universal de la destrucción de los libros" (Editorial Melvin, Caracas, 2004). Allí, en un trabajo impecable del autor, queda plasmada la historia terrible, vergonzosa, de la destrucción de los libros. En Oriente, en Egipto, en Grecia, en Israel, en China, en Roma. Desde la era de Bizancio hasta el siglo XIX y siglo XX. Un libro que contiene una historia cruda, terrible; pero real.
Recientemente Gustavo Petro (destituido Alcalde de Bogotá, Colombia), publicó en La Revista SEMANA, un interesante artículo titulado: "Quema de Libros", en la que recuerda la quema de libros llevada a cabo en La Alemania Nazi (10 de mayo de 1933), donde profesores y estudiantes quemaron en las plazas públicas, los libros que consideraban indeseables y perjudiciales para el espíritu germánico.
También refiere Gustavo Petro los episodios ocurridos en Berlín, en la antigua plaza Opernplatz, a poco tiempo de la llegada de Hitler al poder, la quema de más de 200 mil libros de autores judíos como Karl Marx, Thomas Mann, Stefan Zweig, Sigmund Freud, entre otros. Y cierra su artículo recordado aquel episodio ocurrido en Bucaramanga, hace 35 años, donde la llamada Sociedad de San Pío XX convocó para quemar "revistas pornográficas  y publicaciones corruptas". Y exaltados por un "Acto de Fe" fueron hasta la biblioteca pública "Gabriel Turbay", en donde conminaron al encargado para que entregara los libros que "podían perturbar las mentes juveniles".
En nuestro país los grupos violentos, inspirados sin dudas en las corrientes neonazi y neofascistas que hoy recorren peligrosamente el mundo, quemaron dos universidades, dos núcleos de la UNEFA. Allí se quemaron archivos y registros estudiantiles, y en uno de los núcleos se quemó una biblioteca entera.
Nada de estos hechos violentos contra la UNEFA son casuales o aislados. Como no es casual el proyecto de país que en Venezuela se desarrolla. Una nueva concepción de integración y de apertura del conocimiento a las grandes mayorías. Contra eso precisamente es el ataque a las universidades. Contra la popularización de la ciencia y el conocimiento. Contra el derecho que tienen las personas de saber, de creer, de soñar. Hay una ruptura evidente de lo elitesco. Por eso los ataques. Pues, la burguesía venezolana no admite que los hijos de las clases sociales pobres vayan a las universidades o que convirtamos en cotidiano la lectura permanente de libros. Una prueba de ello es la reciente suspensión de la feria del libro que tradicionalmente se hace en Chacao, o el correo que escribió, y luego borró  apresuradamente,  el Arzobispo de Caracas, donde admite su concepción elitesca y clasista de la educación (ver: portal Aporrea, en la sección "Izquierda Unida Venezuela").

   
   
   
   
   

jueves, 10 de abril de 2014

"SINO NOS DEJAN SOÑAR, NO LOS DEJAREMOS DORMIR"

   Esta expresión brotó desde lo más profundo de las convicciones de Diosdado Cabello. Y es que la misma recoge el sentir de muchas generaciones de pueblo; y no me refiero al "pueblo" como un concepto geográfico, no. Nos referimos al pueblo como un concepto político. Un concepto clasista; como la expresión que define con mayor claridad a los sectores oprimidos y explotados de la sociedad, que a lo largo del tiempo han clamado por un mundo mejor, por una sociedad más justa y más humana.
   Cuando El Presidente Chávez  irrumpió en el escenario político venezolano, y más concretamente, cuando se asumió Cristiano, Socialista y además Marxista, se desataron los demonios de quienes son partidarios del Modo de producción Capitalista; de la Economía de Mercado, de la oferta y la demanda y de toda esa complejidad; que la economía política permite descifrar, pero que se expresa en la dura realidad del hombre pobre, que no admite por que razones hay pocos hombres ricos, pero muchos hombres pobres (La ONG OXFAM afirma que las 67 personas mas ricas del mundo igualan en riqueza a la mitad más pobre de la población mundial) (Fuente: Diario CIUDAD CCS, pag 20. 10 abril 2014).
   Hoy Venezuela padece de la más cruel guerra mediática de que se tenga noticias. Hay una especie de campaña global por desprestigiar a la patria. Tal parece que lo más horrible que pueda pasar en sociedad alguna, está destinado a que pase en Venezuela. Los hilos del poder se mueven para hacer que los artistas y deportistas de fama internacional, blasfemen de su propia patria.
   Parece ser que lo que no le perdonan a Húgo Chávez es el cambio de las reglas de juego de la sociedad. La nueva movilidad del "cuerpo social", como diría alguien. Y es que al pueblo le asiste el legítimo derecho de buscar su bienestar. Pues, Chávez ha planteado la profundización de la democracia, la subordinación del mando a los designios del pueblo y de los pobres, la participación protagonica de la gente en la construcción de la nueva patria.
   Chávez nos trajo a Bolívar nuevamente. Lo rescató del olvido. El Himno Nacional se aprendió a cantarlo y a sentirlo; la tierra, la patria, la nación toda. Todo cobró vida nuevamente. El pueblo sabe que hay cosas que defender. Hay motivos para vivir, para trascender. Por ello lo dicho por Diosdado Cabello; amenaza, advertencia; como lo quieran llamar, es una convicción que está aferrada en el seno del pueblo. Es un grito para los que creen que nos vamos a dejar quitar este sueño colectivo, esta pasión ardiente que desde hace mucho tiempo viene siendo abonada por la sangre de mucha gente que han pagado con su vida, heroica y gallarda, el derecho que tenemos de tener una patria libre.
   Quienes desde las guarimbas  y la violencia y desde la estrategia de LA SALIDA YA!, se han planteado la salida de Nicolás Maduro, invocándolo a la renuncia, parece que se olvidan que Maduro, como envuelto en fuego sagrado, lleva sobre sus hombros; como la última proclama, los designios más puros y sagrados que hombre alguno en esta patria pueda portar: La proclama (si se me permite el término), esbozada por Hugo Chávez aquella noche del 8 de diciembre en su última alocución al país.
   El pueblo tiene la plena convicción de que a Nicolás Maduro tendrán que matarlo para salir del gobierno, pero renunciar nunca. Pues, él encarna las esperanzas y el sueño eterno de Hugo Chávez. Él es la esperanza del pueblo pobre. Es el líder. Muy por el contrario, ha Maduro hay que cuidarlo, hay que protegerlo. Por eso decimos junto a Diosdado y juntos al pueblo: SINO NOS DEJAN SOÑAR, NO LOS DEJAREMOS DORMIR

UN GIRO A LA DERECHA

        Hay compañeros que viven en una permanente crítica al gobierno bolivariano. Son implacables, severos y constantes en sus críticas. T...