martes, 17 de junio de 2014

EL VOTO CALIFICADO

Peligrosamente se ha empezado a expandir la idea del llamado “Voto Calificado”. Tal iniciativa fue emprendida, en principio, en EEUU por la cadena CNN y después  por la cadena de noticias mexicana FOX, e incluso el mismo Donald Trump que no oculta su interés por la Presidencia de los EEUU, ha venido insistiendo en lo equivocado y en el retroceso que significa para los EE.UU la elección de Barak Obama. Entre otras cosas por su color, y por que ciertamente él ha estimulado, al menos para su elección, el que las múltiples minorías que allí existen, se expresen (los Negros, los Inmigrantes, los Homosexuales, etc.). Esperanzados sin dudas, en una mejor vida.
“El Voto Calificado” es un concepto que replantea la democracia de manera distinta a como la venimos concibiendo. En Venezuela por ejemplo, el voto es más que una obligación, es un derecho del que están revestidos los ciudadanos para participar activamente en la vida política del país. De hecho nuestra novísima Constitución nacional nos habla de que nuestra democracia tiene un carácter participativo y protagónico.
“El Voto Calificado”, tal como ellos lo plantean, estaría reservado sólo a las personas “cultas”. Dizque por que el populacho es muy vulnerable y cede fácilmente al engaño. Entonces elegimos a gente no apta para gobernar.
“El Voto Calificado” dejaría por fuera al pueblo y la toma de decisiones pasarían a una élite. Sólo los cultos, los estudiados, los inteligentes tendrían derecho a elegir.
La élites adineradas de EEUU, entre ellos el magnate Donald Trump, se han planteado un “rescate” y una “optimización” de las democracias. Sin dudas, una visión sesgada y discriminatoria de la participación popular. Visión esta que por cierto contrasta mucho con las democracias de Latinoamérica, especialmente la venezolana, que cada vez registra menos niveles de abstención. Lo que se traduce en una amplia participación de los ciudadanos en las diversas elecciones que se convocan.
En Venezuela se ha ensayado además una descalificación de las instituciones. Incluida la democracia. Se quiere dar la sensación de caos, para luego justificar todo.
“El Voto Calificado” es parte de una visión que se ha ido generalizando. Hay un avance cruento de los sectores derechistas; neonazis y fascistas, en el mundo. Los sectores más elitescos de las sociedades se empeñan en tomar el control.

Es una propuesta despreciable y negadora de la voluntad popular, pero que empieza a ganar adeptos.

lunes, 2 de junio de 2014

ENTRE LA DIESTRA Y LA SINIESTRA

Si bien desde la edad media arrastramos la creencia de que utilizar la mano izquierda es maligno y de que los ángeles malvados estaban siempre al acecho sobre el hombro izquierdo, no es menos cierto que la iglesia católica ha contribuido grandemente en esa idea que sataniza al lado izquierdo. No en vano se ha generalizado la idea de que si la derecha es la diestra, la izquierda es la siniestra. Ya el poeta Mario Benedetti,  jocosamente sentenciaba de ambos términos de la siguiente manera; “De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: de la derecha cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra”.
A esta especie de reputación, que históricamente se generalizó al estigmatizar al comunismo como obra del Diablo y al Cristianismo como obra de Dios, ha contribuido el mismo Carlos Marx, cuando en su obra “Contribución a La Crítica de La Filosofía del Derecho de Hegel”, publicada en 1.844, señaló que; “La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. La Religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, así como el espíritu de una situación sin alma. Es el opio del pueblo”.

Hoy sin embargo sabemos que esa diatriba no es más que un absurdo, pues el comunismo, explicado sabiamente a través del marxismo, Como la teoría más heurística de que se dispone, y en el marco de una visión transdisciplinaria, nos permite unificar en un solo enfoque, por así decirlo, tanto a la religión cristiana como al socialismo. Como lo definía Adam Shaff, “El Humanismo Ecuménico”. Es decir, “la energía unificadora, a favor del ser humano. El retorno a la matriz utópica”.
Hasta la saciedad se ha dicho que el capitalismo está en su fase decandente, no obstante a su mundialización, el estigma que arrastra de su decadencia, lo hace más cruel e inhumano. Es voraz e insaciable. No hay fronteras que lo detenga; ni conceptos morales, ni tratados, ni leyes, y ni siquiera lo justo. La globalización es su visión reducida del mundo, donde la estirpe guerrera de los pueblos no cuenta, ni el sudor, ni la sangre, ni la historia. Eso explica en parte la derecharización de la política en el mundo. De la generalización de las corrientes neo nazis y fascistas. De la negación cada vez mas aberrante de los negros, de los homoxesuales, de los gitanos, de los latinos, de los inmigrantes, de los pobres.
Nos quieren sembrar la tesis de una raza superior. O que este mundo es exclusivamente de los blancos o de los ricos. Se está generalizando una negación barbara del otro. "Vemos humanos, pero no humanidad"...habría que decir.
La crisis de la humanidad es una crisis política sin dudas. El Comandante Chávez lo ilustró muy bien con una frase; "No cambiemos el clima, cambiemos el sistema".
Y es que en el marco de todo el caos en que han sumergido al mundo, países como Venezuela y su Revolución Bolívariana; y mucho de lo que ocurre en países de América Latina, es un viraje contestatario al status quo que se quiere imponer.
Desde Venezuela resurge un discurso hermoso, cargado de utopías y de esperanzas. Una creencia en el hombre. Una creencia en que si es posible marchar hacía una sociedad más justa; de inclusión y de respeto al ser humano.
En Venezuela se lleva a cabo un ensayo que contradice a las corrientes dominantes que hoy se mueven por el mundo. Hugo Chávez fue lo suficientemente terco para insistir en nuevos paradigmas de vida. Para rescatar más bien el retorno necesario a lo humano. A las relaciones humanas. A la esperanza y a la convicción plena de que si es posible otro mundo. Él nos retornó la utopía olvidada; esa que nos hace andar.

UN GIRO A LA DERECHA

        Hay compañeros que viven en una permanente crítica al gobierno bolivariano. Son implacables, severos y constantes en sus críticas. T...