Peligrosamente se
ha empezado a expandir la idea del llamado “Voto Calificado”. Tal iniciativa
fue emprendida, en principio, en EEUU por la cadena CNN y después por la cadena de noticias mexicana FOX, e
incluso el mismo Donald Trump que no oculta su interés por la Presidencia de
los EEUU, ha venido insistiendo en lo equivocado y en el retroceso que
significa para los EE.UU la elección de Barak Obama. Entre otras cosas por su
color, y por que ciertamente él ha estimulado, al menos para su elección, el
que las múltiples minorías que allí existen, se expresen (los Negros, los
Inmigrantes, los Homosexuales, etc.). Esperanzados sin dudas, en una mejor
vida.
“El Voto
Calificado” es un concepto que replantea la democracia de manera distinta a como
la venimos concibiendo. En Venezuela por ejemplo, el voto es más que una
obligación, es un derecho del que están revestidos los ciudadanos para
participar activamente en la vida política del país. De hecho nuestra novísima
Constitución nacional nos habla de que nuestra democracia tiene un carácter
participativo y protagónico.
“El Voto
Calificado”, tal como ellos lo plantean, estaría reservado sólo a las personas
“cultas”. Dizque por que el populacho es muy vulnerable y cede fácilmente al
engaño. Entonces elegimos a gente no apta para gobernar.
“El Voto
Calificado” dejaría por fuera al pueblo y la toma de decisiones pasarían a una
élite. Sólo los cultos, los estudiados, los inteligentes tendrían derecho a
elegir.
La élites
adineradas de EEUU, entre ellos el magnate Donald Trump, se han planteado un
“rescate” y una “optimización” de las democracias. Sin dudas, una visión
sesgada y discriminatoria de la participación popular. Visión esta que por
cierto contrasta mucho con las democracias de Latinoamérica, especialmente la
venezolana, que cada vez registra menos niveles de abstención. Lo que se
traduce en una amplia participación de los ciudadanos en las diversas
elecciones que se convocan.
En Venezuela se ha
ensayado además una descalificación de las instituciones. Incluida la
democracia. Se quiere dar la sensación de caos, para luego justificar todo.
“El Voto
Calificado” es parte de una visión que se ha ido generalizando. Hay un avance
cruento de los sectores derechistas; neonazis y fascistas, en el mundo. Los
sectores más elitescos de las sociedades se empeñan en tomar el control.
Es una propuesta
despreciable y negadora de la voluntad popular, pero que empieza a ganar
adeptos.