En verdad que la
renuncia de Rafael “El Pollo” Brito al programa matutino de Venevisión; con sus
argumentos y explicaciones, pone en el tapete, nuevamente, el contenido que
ofrecen los canales de televisión venezolano. Y lo que es más serio, el
carácter educativo que debe jugar la televisión; el realce de nuestros valores
culturales, de nuestros artistas, de los nuevos talentos. En fin, el aporte que
debe hacer la televisión, en cuanto medio de comunicación masivo que es, que
pacíficamente, en muchos casos, se instala cómodamente en el seno de nuestros
hogares, en la educación e información veraz que debe darle a la gente, a la
sociedad toda.
Y creo que es justo
decir, que es con Hugo Chávez que se inicia en Venezuela una seria revisión, no
nada más de los contenidos televisivos o
de radio, sino también un resurgimiento de diversas expresiones artísticas y
plásticas; venidas muchas de lo intrincado del pueblo (el pueblo siempre visto
desde la concepción marxista de la lucha de clases sociales. Expresado este en
los sectores más empobrecidos de la población; los más explotados y
desamparados).
Ha habido un
despertar inusitado por la comunicación; por los medios alternativos de
comunicación. Desde los sectores populares se hace radio, teatro, televisión.
La cultura se redimensiona. Hay un resurgir de la vena artística de la gente
sencilla. Nada es casual.
La música académica
corre por las calles y veredas, cerro arriba; los niños venezolanos han
despertado del sueño eterno a donde los había relegado la academia, a músicos
como Beethoven, Mozart, Johann Sebastian Bach, Wogner, Tchaikovsky, Stravinsky,
Schubert. Nuestros niños leen partituras y se expresan musicalmente.
El venezolano es
ahora un pueblo lector. Las ferias de libros se abarrotan de gentes buscando
alimento para el alma. Y además de lector, es también un pueblo y una sociedad
que digiere las noticias con un sentido más maduro. Ya la gente no cree todo lo
que lee o todo lo que escucha. Las llamadas “Guerras Mediáticas” han despertado
desconfianza en la gente, y créanlo o no, la gente en su mayoría comprueba la
veracidad de lo dicho. O quien lo dijo, o como lo dijo, o por que lo dijo.
Somos una sociedad que desde hace tiempo dejo de ser sumisa y tonta.
Lo planteado por El
Pollo Brito es digno de admiración; es valiente y acertado en lo que dijo.
Parece hasta chavista. Y lo entendemos; él como artista y hombre de los medios
de comunicación, desde una perspectiva personal “reclama” un mayor respeto para
la tele audiencia y una mayor promoción para nuestros talentos.
En Venezuela la
llamada mass media; los hilos comunicacionales entre los sentidos, la razón, la
lógica, la verdad, etc., están sufriendo un revés digno de montarlos en un
diván y remeterles la lupa a través de Freud. Los inteligentes no se explican
por que Venezuela y su gobierno no caen de una vez. Es que no entienden, ¡no
entienden!