Importante leer por
estos días a Atilio A. Boron y su libro; “América Latina en La Geopolítica del
Imperialismo” (premio Libertador al Pensamiento Crítico, 2012. Editado por El
Ministerio de La Cultura). A nuestro juicio, es un libro de obligatoria
consulta para entender todo lo que ocurre hoy.
Después de culminada
la Segunda Guerra Mundial y el posterior “Reparto del Mundo”, los EEUU pusieron
en práctica la tesis (que luego se ha convertido en la razón de ser del sistema
político norteamericano), de un “Gobierno Permanente”. Es decir, el verdadero
poder detrás del poder.
“El Gobierno
Permanente” que rige los destinos de los EEUU, ha sabido separar muy bien, el gobierno
que surge de los eventos electorales y ha sabido neutralizar la voluntad
popular. De hecho, aquel presidente que ose ir en contra de “El Gobierno
Permanente”, rápidamente es reprimido, atacado y hasta eliminado. Caso de John
F. Kennedy por ejemplo. O el mismo caso de Bill Clinton cuando en los primeros
meses de su gobierno, intento reformar el sistema de salud y casi pasa por
debajo de la mesa, siendo más famoso por su escandalo con Monica Lewinsky, la
pasante de la Casa Blanca.
El Presidente Dwight
Eisenhower denomino todo ese conjunto de poderes facticos, que definen la
estructura del llamado “poder Permanente”, como “El Complejo Militar Industrial”.
Por ello se dice que
en la medida en que EEUU consolida su “Poder Permanente”, visto desde una interpretación
teórica global del poder, este país desde mediados del siglo XX y principios de
este nuevo siglo, transita de La Republica al Imperio.
Ahora bien, vista la
experiencia histórica y visto el caso de como Roma muto de la republica al
imperio, en una analogía, no deja de preocupar, entre otras muchísimas incidencias,
el efecto directo que tiene este tipo de fenómenos en la degeneración de los
usos y las costumbres de la vida social en general. Y precisamente refiere el
autor (Atilio A. Boron), citando a Maquiavelo, en su obra “El Príncipe”, que este;
“bucea en las profundidades de la Republica y no del imperio romano, en su búsqueda
de la virtu necesaria para que las dispersas comunidades italianas del
Renacimiento puedan expulsar a los barbaros que las tienen sojuzgadas y realizarse
plenamente como nación”
Nadie duda que desde
hace rato, los EEUU han dejado de representar a la libertad, para representar
el poder.
Por estos días el
imperio norteamericano se ha tornado más peligroso, cuando ha tenido que ver, atónito,
el surgimiento de China como nuevo centro de poder mundial y como potencia
indiscutible. Pues, esto pone en riesgo su apetito voraz de recursos naturales,
obligándolo a afilar bien su poderío militar.
Nadie niega hoy, que
la Madre Tierra está herida en el alma. Su cruel explotación la ha colocado a
un punto de colapso.
Esto explica el afán de
los EEUU de pretender privatizar la luna y su conquista y asegurarse los
recursos que allí puedan existir.
El imperio está herido
de muerte. La sociedad norteamericana está colapsada en sus patrones
insostenibles de vida. Los EEUU poseen una estructura militar fuerte. Con armas
sofisticadas y bases militares diseminadas por el mundo. Ellos se han
garantizado los mares y sus bases militares permiten su desplazamiento. Esto
explica, en parte, su afán por Venezuela. Y para nada les importa el Derecho
Internacional, las resoluciones, la diplomacia, ni el qué dirán.
Simon Bolívar volando
por sobre los tiempos y las edades, lo ilustra magistralmente; “Los EEUU de Norteamérica
parecen destinados por la providencia, para plagar la América de miserias en nombre de la
libertad”.-