Desde hace tiempo está sucediendo que
la brecha que separa a los ricos de los pobres, en el mundo, cada día es mayor.
La distribución de las riquezas es un fenómeno que queda expresado en la forma
de cómo han acumulado riquezas un pequeño grupo de ciudadanos, y de cómo sufren
y padecen de la pobreza, a los extremos de morir de hambre, una inmensa mayoría
de seres humanos.
Un solo dato nos
sirve para ilustrar este terrible drama. El 1% más rico de la población posee
más del doble de riqueza que 69000 millones de personas. Con seguridad podemos
afirmar que la riqueza extrema está aumentando la desigualdad extrema.
El covid19 ha
permitido que las personas mas ricas del planeta, hayan triplicado sus riquezas.
Sus rostros ilustran las portadas de la revista Forbes. La que por cierto, en
su última edición, destaca; “la explosión” de personas con un patrimonio
superior a 1.000 millones de dólares, pese al devastador impacto de la pandemia
del coronavirus en todo el mundo”. Es decir, que el covid19 ha resultado un
negocio lucrativo para los ricos más ricos del mundo. Y no olvidemos que cuando
hablamos de pobreza extrema, estamos diciendo que hay seres humanos que están
muriendo de hambre. Según datos que proporciona la ONG Oxfam, cada año 100
millones de personas se ven arrastradas a la pobreza extrema por los gastos
médicos que deben afrontar. Y que además en este momento existen 250 millones
de niñas y niños sin escolarizar.
Nada hace pensar que
el comportamiento de los líderes mundiales y de los centros de poder del mundo,
vayan a cambiar en algo su comportamiento, en cuanto al trato equitativo que
debe dársele a la solución del covid19. Por el contrario, ya se observa, hasta
organizaciones como La Organización Mundial de La Salud (OMS), expresando su
preocupación por aprovechamiento de las vacunas, que hacen los países
poderosos, en aras de beneficiar a sus conciudadanos. Es un nuevo nacionalismo,
expresado en la protección de sus conciudadanos, y en este caso, a las clases
sociales más pudientes de las mismas.
Para los que piensan
que las vacunas son la solución al virus del covid19, les cabria bien saber que
estas no serán capaz de cubrir toda la población mundial, y como siempre, han
de ser los pobres del mundo quienes padezcan en carne propia los avatares de
esta triste realidad.
Ya la India, a
través de su empresa Serum Institute, la empresa más grande en fabricación de
vacunas en el mundo, ha anunciado que la exportación de vacunas se detendrá
hasta junio de este año (van primero a atender su mercado interno). Lo mismo
sucede en Europa con sus controles de exportación y en el mismo EE.UU que desempolvan leyes que buscan prevenir la
exportación de “materiales estratégicos”, que son de utilidad para ellos
producir vacunas.
En el caso concreto
de Venezuela, como que no fuera suficiente con la pandemia, se suma, como un
agravante, el bloqueo que contra el país mantiene la Administración Norteamericana
y su consecuente amenaza contra cualquier país que se atreva a hacer
negociaciones con Venezuela. Y por otra parte; en el marco de una acción política
para deslegitimar a Nicolás Maduro, el fomento de toda una estructura jurídica que
ha permitido embarga bienes y recursos de la nación (activos), ubicados en el
exterior.
Ni la pandemia; que
como un fantasma, recorre el mundo, ha impedido que los centros de poder del
mundo; cesen sus conflictos ni las guerras y que tampoco cesen las intenciones de conquista y sometimiento de
países poderosos a países con riquezas naturales, como es el caso de Venezuela.
El Derecho
Internacional ha quedado supeditado a una materia a revisar en las escuelas de
Derecho. Es tan inservible como la diplomacia, que al menos antes servía para
que los representantes de los países, entre banquetes y banquetes, fingieran educación
y ser buenos amigos.
Los que por
desconocimiento de la realidad o por oposición al Gobierno Bolivariano reclaman
VACUNAS PARA TODOS, deberían darse un paseíto por la realidad mundial y ver la
voracidad con que los poderosos actúan. Y no obstante, luego venir a admitir
que Venezuela, en cuanto al covid19 se refiere, está en mejor capacidad de
respuesta que muchos países de la región, donde la pandemia sí que está
haciendo estragos.
VACUNAS PARA TODOS
gritan en Venezuela muchos de quienes, más allá de sus verdaderos deseos porque todo el pueblo
venezolano reciba su vacuna contra la covid19, lo que hacen es sumar su voz a
quienes desde hace tiempo vienen empeñados en entregar este país y sus
recursos, a las potencias mundiales, que como EE.UU, necesitan recursos energéticos.