viernes, 25 de junio de 2021

LA IZQUIERDA NO MILITANTE.

 

    Cuando uno revisa la historia de la lucha armada en Venezuela, lo primero que debemos resaltar es la heroicidad, audacia y valentía de quienes asumieron el camino de la guerrilla y de la lucha armada. Que mejor discurso que ese. La militancia llevada a ese nivel, por si misma le da convicción, veracidad y respeto a la misma. El Che lo expresaba magistralmente; “Muchos me dirán aventurero, y lo soy. Solo que de un tipo diferente, de los que arriesgan el pellejo para demostrar sus verdades”.

   Así eran nuestros guerrilleros. Valientes, aventureros, altruistas, dispuestos a tomar “el cielo por asalto”.

    Pero además, también eran una especie de referencia de rebeldía. Tanto así que se tornó una moda asumir posturas revolucionarias; de izquierdismo, de comunismo, sin estar sustentadas en bases ideológicas y de compromiso real con la transformación del país. Por eso, también la historia de la lucha armada en Venezuela, es rica en traiciones, en tránsfugas, en delaciones y en falsos revolucionarios.

   Así pues, que no hay cuestionamientos, con las excepciones señaladas, con las banderas de valentía y de heroicidad de los guerrilleros que escribieron la historia de la lucha armada en Venezuela. No obstante, debemos admitir que si hubo una carencia notable de una estrategia que planteara la toma real  del poder. Por eso, el efecto moralizante de La Revolución Cubana y el despliegue estratégico desplegado por Fidel Castro y el movimiento 26 de Julio (M-26-7), que permitieron luego el triunfo definitivo de los Barbudos. Luego surgio mucha teorización, mucha literatura sobre el tema. El mismo Che Guevara hizo aportes importantes con su libro “La Guerra de Guerrillas”, publicado en 1960, “Pasajes de La Guerra Revolucionaria”, publicado en 1963, y por supuesto, el Diario que escribió sobre sus días en Bolivia. Así como también el libro que escribió Fidel Castro, “La Victoria Estratégica”.

   Pudiéramos decir que el asunto serio de la toma del poder en Venezuela, con algunas excepciones, se plantea con el surgimiento del liderazgo del Comandante Hugo Chavez. Nunca como antes liderazgo alguno se había planteado una estrategia que apuntara a esa dirección.

   Solo basto que Hugo Chavez asumiera la presidencia y que al poco tiempo declarara el carácter socialista de la revolución, para que las voces agoreras salieran a despotricar. Unos filosofando, otros más marxistas que Marx, unos más comunistas y más   puros que otros. En fin, gente que aparentemente militaban en el movimiento revolucionario; desde el canto, desde la poesía, desde la cultura, desde la escritura, etc. En su mayoría, dejando caer el velo y mostrando su verdadero rostro.

   Muchos se espantaron cuando vieron que la cosa era en serio. Y lo que ayer era una irreverencia se convirtió en cotidiano. Decirse comunista era un pecado, El Che estaba prohibido, y a Ali Primera había que escucharlo a voz bajita. Hacer una pinta o grafiti en una pared, era arriesgarse a comprar un pasaje a un calabozo. De repente, todo lo prohibido para los revolucionarios se ha hecho cotidiano. Una atmosfera de poesía, de cantos, de libros por todas partes, de jóvenes comunistas vociferando su irreverencia, El Che casi sonriendo en franelas desgastadas, Ali más vivo que nunca; y más vigente.

   Como una centrifuga, los tránsfugas salen disparados argumentando mil cosas: imperfecciones, desviaciones, reformismos, errores, traición a los postulados marxistas, traición al legado de Chavez, pacto con la burguesía, etc. Mientras, La Revolución Bolivariana es la esperanza tangible, el fuego de la esperanza que empieza a correr por el mundo. Es el otro lado de la moneda de que si es posible; es necesario, es vital, ensayar un nuevo modelo de relaciones humanas. De mayor respeto al ser humano, bajo una concepción ecológica integradora y donde el hombre sea el epicentro de la vida.

   Seguramente quienes ya no puedan fingir más y se ubican en la acera de enfrente, mañana lloraran, de llegarse a perder esta posibilidad, debajo de un árbol desolado, la tremenda posibilidad que hemos tenido de escribir la nueva historia.

   “La historia lleva su carro y a muchos nos montara, y por encima pasara de aquel que quiera negarlo”.

  

viernes, 18 de junio de 2021

CON LA ADARGA AL BRAZO.

 

    “Apareciste en la mitología de mi amor/ de la mano de mi madre/ con un acento raro y una boina tornasol/ un día me conto que ya no estabas/ Y se me quebró la voz”. Así como lo describe Frank Delgado ha sido para muchos de nosotros, generación del 60 en adelante, el encuentro con El Che. Y es que la vida, en muchos casos para que tenga sentido y rumbo, debe estar pintada de heroicidad e inspirada de grandes ejemplos y de grandes hazañas. Las cuales en muchos casos superan lo quijotesco y lo mitológico.

   Con El Che aprendimos la sutil, y a veces difícil y extraña coherencia de la praxis política, llevada al extremo de coincidir, teoría y práctica. Ya el mismo lo reconocía cuando en una carta a sus hijos les expresaba; “Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones”.

   En El Che Guevara se conjugan de una manera muy especial, su militancia revolucionaria y su condición de soldado. Y como los grandes hombres; como Bolívar cuando hablaba de la gloria, en El Che su convicción de que el ejemplo trasciende y fortalece el liderazgo revolucionario.

   No es poca cosa renunciar a todos sus privilegios ganados con el triunfo de La Revolución cubana. Incluso con fe ciega de que La Revolución le iba a garantizar a su familia; a su esposa e hijos, lo necesario para vivir dignamente.

   El sin dudas era un visionario. En su concepción del socialismo, lo concebía más allá de un territorio, de un país. Su visión era global y lo entendía como un sistema universal, como una cultura, como una forma de vida. Y más aún, como la única vía de salvar al planeta de la destrucción voraz del capitalismo.

    “creo en la lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán aventurero, y lo soy, solo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades”.

    Pero El Che no solo era la leyenda. Hay una faceta poco divulgada, que es su crítica al Manuel de Economía Política de la URSS. Un aporte teórico a la discusión sobre el socialismo. De hecho, dejo sin concluir un libro, titulado; “Apuntes críticos a la Economía Política”, donde aborda decididamente dos aspectos, polémicos para el momento, pero también premonitorios, pues, luego el tiempo se ha encargado de esclarecer. Uno es, la visión cíclica que sostenía la academia de ciencias políticas de la URSS en torno a la manera de cómo iban evolucionando los diversos modos de producción y el carácter determinante de las fuerzas productivas. Lo que supondría, que de manera natural, después del capitalismo, íbamos a llegar al socialismo. Y el otro aspecto que abordaba El Che en “Sus Apuntes”, o al menos lo asomaba como una necesidad imperiosa, era lo relacionado a la relación de los países socialistas (Rusia, China, etc), con los países subdesarrollados. El sostenía que este análisis, este aporte, necesariamente, debía ser hecho por un comunista.

   En este último aspecto dejaba El Che plasmada su preocupación por que los países subdesarrollados, en su proceso de liberación (caso Cuba por ejemplo), no dejaran de ser colonia norteamericana, para convertirse en colonia de Rusia.

   La voz del Che sigue retumbando por encima de las edades, y es bandera de los pueblos que luchan por su liberación. “En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ese, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a entonar los cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria”.

    

viernes, 11 de junio de 2021

EL ESCEPTICISMO COMO ENFERMEDAD MENTAL.

 

 

    Sin pretensiones de que esto sea un análisis clínico; psiquiátrico o psicológico, sobre el comportamiento humano, si es oportuno comentar sobre esos “aires” de desesperanza que se perciben sobre ciertas personas, y que denotan, en sus comentarios y comportamiento, una especie de desesperanza, escepticismo, desconfianza y hasta de derrota, por el futuro y por la vida misma.

    Es como que de repente sus vidas han perdido brillo y motivación, y de pronto han claudicado ante el porvenir.

    Da tristeza ver personas sumidas en la depresión y en la desesperanza. Es como que han postergado la vida, como que cargaran otra vida metida en el maletín, para poder “desempolvarla” cuando haya tiempo, y se olvidan que el tiempo es ahora. Sin embargo, en cualquier análisis de comprensión de este fenómeno, no se puede despreciar y dejar de ver, la tremenda influencia que sobre estos comportamientos, tienen las manipulaciones mediáticas y los intereses de poder que se mueven detrás de las grandes corporaciones comunicacionales, que son capaces de hacer cualquier cosa, por posesionar sus verdades y sacar provecho para sus intereses, muchas veces de índole económico, político, militar, etc.

    Nadie puede negar hoy los grandes recursos que se emplean para manipular la mente humana. Vivimos en un mundo signado por la tecnología  y los grandes avances comunicacionales. Las grandes batallas se libran hoy en la mente humana. Cada vez que un ser humano, un ciudadano de este mundo cae vencido, y aún vivo, ya derrotado y sin fuerzas para avanzar, es un guerrero menos, un rebelde menos.

     La historia de la humanidad, es la historia también de los diversos Modos de Producción que han signado el devenir del hombre. Pero es también la historia de la lucha de clases sociales y del dominio de unos hombres por otros. Así como también es la historia de la rebeldía del hombre por encima de quienes han osado dominarlo, someterlo.

     La guerra de esta nueva era; que es una guerra que se libra a nivel de la mete humana, necesita de hombres sumisos. Hombres sometidos y desesperanzados, hombres escépticos y sin ninguna perspectiva por el porvenir.

   La pérdida de fe, los sueños mutilados, la desesperanza y el altruismo vuelto añicos y atrofiado, son el nuevo ser que promueven y que necesitan.

    La nueva revolución que se nos viene, es la revolución ecológica, de preservación del planeta, de la naturaleza, de las especies animales, de preservación de la vida. Es la conciencia del valor vital de que tanto  vale una abeja, un grillo, una serpiente, un ave, como lo vale un ser humano.  

 

UN GIRO A LA DERECHA

        Hay compañeros que viven en una permanente crítica al gobierno bolivariano. Son implacables, severos y constantes en sus críticas. T...