No somos
ignotos, mas bien somos ignorantes y nada duchos en un tema tan complejo como
la economía. Pero tercamente seguimos buscando respuestas en la economía
política, para darle coherencia al pensamiento ideológico.
El
Estiércol del Diablo cuando apareció en Venezuela, venía ya dispuesto a sembrar
de miseria a sus gentes, pues, lo políticos de entonces entendían que este
“regalo” de Dios era la puerta de entrada al progreso, al desarrollo. Y aunque
tal afirmación no era del todo falsa, ocultaba en si misma la historia de
engaño, de saqueo, de regalías y traiciones que estaba por escribirse.
El
petróleo nos hizo más pobres; y hablo en términos de la perspectiva histórica,
pues, el petróleo nos “mutiló” el progreso y el bienestar que nos garantizaba
el campo, la agricultura, la ganadería; en fin, la prodigiosa tierra
venezolana.
El
boom petrolero distorsionó, como ya lo
había hecho la guerra, la cotidianidad del venezolano.
Así
nos convertimos en un país rentista. Como para que la culpa no fuera tan
grande, o como para hacernos participes de algo, nos empezaron a dar dádivas.
Nos dijeron que todo el suelo venezolano estaba impregnado de “Oro Negro” y que
mientras se disponía de una “Gota de Petróleo para cada venezolano, se dejaba
un chorro abierto para que una casta política y una burguesía parasitaria se
enriquecieran.
Así
poco a poco fueron saqueando a este país y fueron gestando la bravura de un
pueblo que anunciaba el agotamiento del modelo político.
Con
Hugo Chávez irrumpe también una necesidad urgente. Y es la de adecentar la
política, la de darle direccionalidad al rumbo del país, la de proyectar al
país al desarrollo; inclusivo, participativo, protagónico. La necesidad de
hacer justicia social, la necesidad de entender que la época de “las vacas
gordas” quedó en el pasado. Que Venezuela no es un ente aislado de un contexto
mundial que día a día produce nuevas realidades. Muy por el contrario, somos
parte de una dinámica, que queramos o no, incide en nuestra cotidianidad.
Y
es precisamente esa dinámica que se da en los escenarios externos lo que ha
producido hoy una baja en los precios del petróleo, incidiendo sin dudas en
nuestra realidad. Entre otras cosas por que ha imperado el modelo extrativista
y por que sin dudas no hemos desarrollado adecuadamente nuestro aparato
productivo, que con políticas eficientes, veamos en el campo y en la ganadería,
nuestras fortalezas como país. Sin dejar de mencionar el desarrollo de
políticas turísticas, que muestren las bondades naturales y fortalezas de
Venezuela. En esa última materia Cuba es un verdadero ejemplo de lo que
significa una fuerte plataforma turística.
En
el camino que Venezuela debe recorrer hacía el post rentismo, debe estar la
sinceración de algunas políticas macro económicas; como por ejemplo El Control
de Cambio, y la eliminación de algunos subsidios, que en otrora se
justificaban, pero que hoy no tienen asidero. Caso por ejemplo del subsidio a
la gasolina (no se justifica su actual precio), y el financiamiento que hace el
Estado con los viajes para el exterior. Convirtiendo esto en una especie de
derecho adquirido, difícilmente vista en otras partes del mundo.
Así
también con los dólares que reciben los estudiantes en el exterior. Esto debe
regularse. Pues, este subsidio o financiamiento debería ser para estudiantes de
postgrado, que previamente establezcan una obligación con el Estado de
retribuirle tal inversión.
El
gobierno no se equivoca al plantear el carácter revolucionario y nacionalista
de este proceso político, así como el socialismo como el rumbo cierto por donde
debe transitar la nación.
Así
como no se equivoca Nicolás Maduro en la lucha contra la corrupción, la
especulación, el acaparamiento y en contra del contrabando de extracción.
Si
algún elemento se debe resaltar de todo este proceso político liderado por Chávez,
y ahora por El Presidente Maduro, es que Venezuela, decididamente, ha resuelto impulsar
este proyecto de país sin la tutela de organismos multilaterales como el Banco Mundial
y el FMI. Evitándonos el gran costo social que eso significa (lo sabe el pueblo
venezolano por experiencia propia).