Leyendo
por estos días la columna de Lil Rodriguez (todos los domingos es
publicada en Últimas Noticias), magistralmente, como solo ella sabe
transmitirlo, deja para el lector, siempre, un dejo de reflexión, que en este
caso particular, nos atrevemos a compartir.
Y es que precisamente la reflexión tiene
que ver con la patria y con el país que tenemos. Pero básicamente con
todas esas cosas que anhelamos tener, en el afán particular de poder
adquirir todas esas cosas que seguramente nos harían vivir más cómodos o con
mayor lujo. Y antes de que alguien lo cuestione, por supuesto que tenemos
el derecho de tener o de anhelar tener todo lo que queramos.
Más
sin embargo, en el plano de la existencia real, estoy seguro que podemos decir
que en este país tenemos todo lo que necesitamos. Tenemos casa, desde donde se
fomenta el hogar, pero tenemos además a un gobierno empeñado en darle casa
todos cuantos las necesiten. Hasta la fecha se han logrado construir 569.115
viviendas y están en proceso de construcción 226.840. Además de que El
Presidente Nicolás Maduro creó El Órgano Superior de Vivienda y Hábitat y
activó tres frentes de construcción, con estructura propia, para darle
concreción al problema de la falta de viviendas. Son estos; La Gran Misión
Vivienda Venezuela, Barrio Nuevo y Barrio Tricolor.
Tenemos
escuelas para que nuestros niños se formen (y además son gratuitas), el
Estado está en la obligación de dar educación a su pueblo. Tenemos
universidades por doquier. Chávez se empeño en municipalizar la educación universitaria
(algo extraordinario sin dudas. Tanto, que aveces se tiende a no valorarlo).
Tenemos salud, y ahora nuestro pueblo puede ser atendido en cualquier
centro de salud; en cualquier CDI o CRI. Además se han graduado cantidad de
Médicos Integrales Comunitarios, bajo todo un sistema de enseñanza de la
medicina; priorizando por lo humano, por el pueblo pobre; como nunca antes se
había visto en el país.
Tenemos
acceso a la comida, y a la par, un gobierno empeñado en garantizar comida para
el pueblo; más allá de guerra económica, del sabotaje, de acaparamientos,
de contrabando extracción.
Pero
es que además tenemos la tremenda posibilidad de ver crecer a nuestros hijos;
verlos educarse, verlos ser parte de un proyecto de país.
Tenemos
la tremenda posibilidad de disfrutar, la geografía hermosa de nuestra tierra;
sus playas, ríos, montañas. Su clima, sus temperaturas. Pero lo más importante,
la posibilidad de sentir, cada vez que vamos a la cama, la seguridad de que al
despertarnos, cada mañana, este pueblo no va a hurgar en las migajas y en las
sobras de quienes; en una perspectiva de dirigentes políticos o gobernantes, en
un pasado, hipotecaron el futuro de Venezuela.
Quizás
no tenemos todo lo que queremos. El iphone que nos gusta, el carro último
modelo, los zapatos de moda, el bote de pescar, etc. Puras cosas materiales
para las que ya abra tiempo. Tenemos toda la vida para eso. Sin embargo,
tenemos todo lo que necesitamos. Todo lo que nos permite vivir con dignidad y
en la sana tranquilidad de saber que tenemos patria.
Tenemos
un país que es nuestro, somos portadores de una raza y de una estirpe
libertaria y guerrera. Aquí nació uno de los hombres más grande que ha parido
esta humanidad; Simón Bolívar, y nuestra tierra está abonada con la sangre y el
sueño de muchos, que antes de nosotros, caminaron por los senderos de las
utopías.
Quizás no tenemos todo lo que queremos,
pero de seguro, tenemos todo lo que necesitamos.
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