jueves, 28 de abril de 2016

ANATOMIA DE UN PENDEJO

Muchos de los que se oponen a este gobierno seguramente son parte del llamado Gasto Social que nosotros los del chavismo nos empeñamos en dignificar. Gente que hasta hace poco eran conocidos solo como Población Flotante, Desempleado, Deudor Hipotecario, Vagos y Maleantes, Buhoneros, Sin Techo, arrimado, Pata en El Suelo. Y otros calificativos que solo contribuían a definir a estos venezolanos como una simple estadística, un simple número. Y además, negativo.
Con su arribo al poder, Hugo Chávez evitó que el neoliberalismo instaurara sus políticas en el país, desde hace 16 años. Por esos días la privatización sonaba como la panacea capaz de curar todos los males de la sociedad.
Lo que hoy ocurre en Argentina, con Mauricio Macri al frente del gobierno, Hugo Chávez lo evitó en Venezuela hace más de 16 años. Peor aun, aquí en Venezuela el proceso privatizador era más agresivo. El FMI tenía todo servido para aplicar su receta. Querían privatizar PDVSA, Las Empresas Básicas de Guayana (aunque lograron privatizar parte de SIDOR); privatizaron CANTV (luego Chávez la nacionalizó nuevamente). Querían privatizar la educación Superior.
Con Hugo Chávez se incrementó, como nunca antes en la historia de este país, el llamado Gasto Social. Y entendemos por Gasto Social el parámetro que define o mide la inversión del estado en áreas que benefician directamente a los invisibilizados de siempre. Es decir, a las grandes mayorías de personas que quizás nunca hubieran podido tener calidad de vida o logros sociales, si no hubiese sido por El Gasto Social.
Muchas de estas personas, beneficiarios en su gran mayoría de los programas sociales del gobierno, y que hoy asumen posiciones beligerantes entorno al mismo, son los mismos que nunca hubieran podido estudiar un nivel universitario si Chávez no hubiera creado La UNEFA, o La UBV, o La Universidad de Las Artes o La Universidad de La Seguridad.
Y pasa igual con Las Academias Militares. Antes para ingresar a una de ellas se tenía que tener una palanca  (un padrino), por que de otro modo era imposible. Solo ingresaban las élites.
Igual que El Cupo Electrónico. Eso fue un derecho que instituyó Chávez. Pero antes de eso aquí ni remotamente, ni los pobres, ni la gente del pueblo y gran parte de la llamada Clase Media, tenían la posibilidad de viajar fuera del país. Ahora resulta que muchos se creen exquisitos, Ciudadanos del Mundo (trotamundos), etc. Y que no decir de los llamados “Raspa Cupos” y el negocio que han hecho con su cupo electrónico.
Son muchos los que encajan en LA ANATOMIA DE UN PENDEJO. Como los que llegan a ocupar importantes cargos en La Administración Pública y luego empiezan a mirar al pueblo y su gente por encima del hombro.
O el que recibe atención personalizada en Los Módulos de Barrio Adentro, y luego son unos guerreros de las redes sociales en contra del gobierno. Es como que ese derecho existió siempre.
O como los que tiene su casa decorada con productos Haier y tremendo Orinoco subsidiado por el gobierno, pero piden Cambio y apuestan a la Salida.
Hemos dicho que el pueblo (y siempre que utilizamos este concepto como categoría política  y en el marco de la concepción marxista que lo admite como la clase social más explotada de la sociedad, en el marco de la lucha de clases sociales); ha ido aprendiendo con la experiencia. Haciéndose más conciente, pero la massmedia es implacable. Los laboratorios de guerra se han activado y están claros que el objetivo es la mente. Nuestro pueblo está siendo sometido al más atroz experimento mediático. Se empeñan en aniquilar todo sentido crítico de las personas. Nos prefieren escépticos, bobos, acríticos, resignados. Y esa es la gran batalla. Por el derecho a soñar y ser libres.
En LA ANATOMIA DE UN PENDEJO retratamos también a los que niegan La Guerra Económica, el bachaqueo y el sabotaje a la gestión de gobierno. Ah, pero también retratamos a todos los que denigran de este país, pero que hasta hace muy poco no eran considerados ciudadanos. Eran solo simples votantes o lumpen. Pero no eran considerados como ciudadanos.
Aquí también retratamos a todos aquellos que empujan por una intervención extranjera. Los que creen que hay bombas solo mata chavistas o que creen que el FMI no va a barrer todo lo que le estorbe.

Y nos preguntamos; será que mucha gente tiene que comer mierda para poder aprender y valorar? 

miércoles, 20 de abril de 2016

EL SOCIALISMO DE LO PEQUEÑO

Sin dudas que le debemos a Hugo Chávez esta categorización del socialismo. Una manera de invitarnos a aterrizar; de hacer real el mundo de las ideas donde navegamos muchos los revolucionarios.
El Comandante Chávez lo señalaba firmemente, por que entendió que está revolución tenía que hacerse tangible. Y tenía que empezar a mostrar lo que desde la agitación promulgábamos y decíamos. Ahora como gobierno debíamos dar muestras de concreción. Y no se refería El Comandante solamente a la infraestructura, sino a profundizar en los niveles organizativos del pueblo y su gente. Los Consejos Comunales son un gran paso en la concreción de esa idea.
Pero más allá de eso, el tema, ineludiblemente, toca de manera directa, la militancia revolucionaria. Y es que ser revolucionario no es cualquier cosa. Ser revolucionario en estos tiempos significa “construir” desde el entorno más íntimo nuestro, la sociedad y el tipo de hombre que soñamos y que predicamos. Y esto trae consigo, sin dudas, el eterno dilema de teoría y praxis.
El propio Aristóteles trató el tema en su momento, influyendo grandemente en La historia de la Filosofía. Y el propio Hegel determina en la Lógica el camino de ambos. Ordenándolos  bajo principios puramente lógicos y teóricos.
Y es que el tema, aunque sencillo al parecer. Pues, se  trata simplemente de tener una coherencia del pensamiento con nuestro quehacer diario, en verdad es más complejo de lo que podemos imaginar. Por ejemplo, la praxis marxista; que es fundamentalmente la base teórica que mueve a los que militamos en las corrientes socialistas o comunistas, se entiende como una conjunción de teoría (conciencia), y técnica (obra). He allí por ejemplo, lo que hizo grande a Ernesto Che Guevara. Un hombre que actuó como pensó y que además de ello hizo (praxis).
De modo que el llamado SOCIALISMO DE LO PEQUEÑO, parte entonces a la vida individual de cada revolucionario. Y he allí la tamaña tarea que nos corresponde. Pues, cabe una revisión en cada uno de nosotros. En cuanto a qué tanto socialismo hemos construido en nuestro entorno; en nuestra vida diaria; en nuestra casa, en nuestra familia, en nuestra vecindad, en nuestro trabajo. Y es que EL SOCIALISMO DE LO PEQUEÑO también se refiere al liderazgo; a nuestra responsabilidad individual; nuestra honestidad, nuestro comportamiento, etc.
En esta coyuntura histórica urge EL SOCIALISMO DE LO PEQUEÑO. Queremos hacer una revolución?, estamos convencidos que sí. Pero cuanto urge que la misma comience por casa. Por nosotros mismos.
La militancia revolucionaria requiere mayores niveles de conciencia. Pues, quien  dijo que la revolución es un camino fácil? Quien dijo que esta está a la vuelta de la esquina?.

Urge llenarnos de grandeza, de altruismo. Pero también de conciencia. Pues, el camino revolucionario, visto en una perspectiva histórica, es como atravesar los andes (lo que hizo Simón Bolívar con el ejercito patriota), hacerlo nosotros una y otra vez, bajo la plena convicción de que el sacrificio o los frutos de este, no serán para nosotros.

miércoles, 13 de abril de 2016

EL FURRIAL; SU CEMENTERIO Y LA GENTE

El Cementerio de El Furrial es quizás el patrimonio más grande con el que cuentan sus habitantes; patrimonio espiritual, patrimonio sagrado. Así seguramente son todos los cementerios. Cuantos dolores allí en ellos sembrados; cuantas historias, cuanto llanto.
La única autoridad que allí rige, al menos en el cementerio de El Furrial, es el dolor que asiste a los deudores y el derecho de tener a sus seres queridos en ese pedazo de tierra.
Infinidad de veces hemos desfilado por sus veredas y caminos y casi sabemos de memoria donde está ubicada cada familia. Es una especie de parcelamiento, sin rima y sin forma, pero donde cada familia se ha dispuesto un lugar. Y desde cada tumba se puede visualizar el dolor del otro. Es una sola vecindad.
Cada quien abona con su amor su tumba y sus deudos. Y todos tienen el derecho de amar a sus muertos; y a sus tumbas y de vivir sus dolores, y sus recuerdos, y sus historia.
Por ejemplo, en la tumba de mi hermano Elvis, se puede leer el siguiente epitafio; “Quiere el trágico destino de los precursores que estos mueran en el umbral sin divisar la tierra prometida”. Él murió en La Lucha Armada; aquella “batalla épica” que se libró en Venezuela entre los años de 1960, 1970 y parte de 1980. Fue un hombre muy duro en su accionar, quien asumió al marxismo a temprana edad y murió siendo un soñador y un comunista convencido.
Él está sembrado al lado de mis padres. Quienes después de más de 45 años de casados, decidieron eternizar su unión. Uno al lado del otro. Juntos para siempre.
Y es que en El Furrial reposan las razones más puras de nuestros afectos. Nuestros mejores amigos, nuestra familia, nuestros vecinos más queridos. Nuestros hermanos del alma.
Recientemente ocurrió un hecho; que se lo añadimos al odio que han sembrado los factores violentos que adversa a La Revolución Bolivariana y principalmente contra uno de sus líderes fundamentales, como lo es Diosdado Cabello. De modo que cuando profanan el mausoleo donde reposan los restos de Doña Felicia (madre de Diosdado y José David Cabello), y de otras familias de estos. Caso por ejemplo de la tumba de Don Ramón Cabello; insigne hombre, honorable por lo demás; quien es sin dudas un referente moral en el pueblo, padre de honorables hijos. La tumba de Graciela Cabello, la tumba de una hermana de la señora Hortensia Cabello y hasta la tumba de nuestro amigo y camarada, Carlos Pérez; esposo de Lesbia Cabello.
Todo no es más que el odio que han transmitido hacía Diosdado Cabello y su familia. Acaso se puede alguien haber olvidado de José Pérez Venta, el descuartizador de Liana Hergueta?. Quién confesó que dentro de sus objetivos estaba asesinar a Daniela Cabello, amantísima hija de Diosdado. Según encargo que le habían hecho.
Lo ocurrido en el cementerio de El Furrial en el mausoleo de la familia Cabello, es quizás lo que los acumuladores de odio y los amantes de la violencia, quieren para Diosdado y su familia.
Por todo ello un grupo de amigos y vecinos de El Furrial, hemos decidido reunirnos en La Plaza Bolívar de la localidad, a fin de marchar hasta el cementerio local y depositar una flor en el mausoleo de la familia Cabello.
 De El Furrial no podemos perder, así como de ningún pueblo, los valores que nos han convertido en hombres de bien, pero tampoco esa historia local, escrita por nuestros hombres y mujeres y que seguramente han inspirado mucho de lo que somos. Nuestra estirpe, nuestra indignación y nuestra rebeldía para conmovernos por las injusticias.
Algunas personas (de los opinadores en las redes sociales), nos han tildado de jala bolas (pido que se me permita el término), que por este acto que pretendemos hacer este próximo sábado 16 de abril, en desagravio a la familia Cabello. Solo que no saben que ningún furrialeño necesita jalarle bolas a Diosdado o José David para accesar a ellos. Ambos son furrialeños cual más. Y al igual que nosotros, saben y conocen a todas las familias de nuestro terruño.
Los hijos de El Furrial, en su gran mayoría, hemos padecido juntos casi los mismos dolores, las mismas perdidas, las mismas caídas.
Lo ocurrido es una bofetada a nuestro gentilicio y a nuestro orgullo de furrialeños. Y somos nosotros quienes debemos levantarnos. Los amigos, los vecinos, la familia toda.
Urge una vuelta a la cultivación de los valores hogareños. Aquellos que nos enseñaron nuestros viejos y que nos han conducido a ser hombres de bien. Por ejemplo, no estar “encima” de los mayores cuando estos hablan (no estar en las conversaciones de estos), respetar lo ajeno, no alzarle la voz a los padres, decirle USTED a los mayores, no sentarse a la mesa sin camisa, acostarse temprano, cultivar el hábito de la lectura, ayudar en los que trabajos del hogar y labores domesticas, sentarse juntos a comer. Ah pero también, cultivar el compañerismo y la vida sana.
Nuestros padres eran sabios. Y aprendimos también a respetar a los padres de nuestros amigos. Eran también como nuestros padres. Tenían toda la autoridad moral para reprender y corregir.

No dejemos escapar nuestro gentilicio!     

UN GIRO A LA DERECHA

        Hay compañeros que viven en una permanente crítica al gobierno bolivariano. Son implacables, severos y constantes en sus críticas. T...