miércoles, 20 de abril de 2016

EL SOCIALISMO DE LO PEQUEÑO

Sin dudas que le debemos a Hugo Chávez esta categorización del socialismo. Una manera de invitarnos a aterrizar; de hacer real el mundo de las ideas donde navegamos muchos los revolucionarios.
El Comandante Chávez lo señalaba firmemente, por que entendió que está revolución tenía que hacerse tangible. Y tenía que empezar a mostrar lo que desde la agitación promulgábamos y decíamos. Ahora como gobierno debíamos dar muestras de concreción. Y no se refería El Comandante solamente a la infraestructura, sino a profundizar en los niveles organizativos del pueblo y su gente. Los Consejos Comunales son un gran paso en la concreción de esa idea.
Pero más allá de eso, el tema, ineludiblemente, toca de manera directa, la militancia revolucionaria. Y es que ser revolucionario no es cualquier cosa. Ser revolucionario en estos tiempos significa “construir” desde el entorno más íntimo nuestro, la sociedad y el tipo de hombre que soñamos y que predicamos. Y esto trae consigo, sin dudas, el eterno dilema de teoría y praxis.
El propio Aristóteles trató el tema en su momento, influyendo grandemente en La historia de la Filosofía. Y el propio Hegel determina en la Lógica el camino de ambos. Ordenándolos  bajo principios puramente lógicos y teóricos.
Y es que el tema, aunque sencillo al parecer. Pues, se  trata simplemente de tener una coherencia del pensamiento con nuestro quehacer diario, en verdad es más complejo de lo que podemos imaginar. Por ejemplo, la praxis marxista; que es fundamentalmente la base teórica que mueve a los que militamos en las corrientes socialistas o comunistas, se entiende como una conjunción de teoría (conciencia), y técnica (obra). He allí por ejemplo, lo que hizo grande a Ernesto Che Guevara. Un hombre que actuó como pensó y que además de ello hizo (praxis).
De modo que el llamado SOCIALISMO DE LO PEQUEÑO, parte entonces a la vida individual de cada revolucionario. Y he allí la tamaña tarea que nos corresponde. Pues, cabe una revisión en cada uno de nosotros. En cuanto a qué tanto socialismo hemos construido en nuestro entorno; en nuestra vida diaria; en nuestra casa, en nuestra familia, en nuestra vecindad, en nuestro trabajo. Y es que EL SOCIALISMO DE LO PEQUEÑO también se refiere al liderazgo; a nuestra responsabilidad individual; nuestra honestidad, nuestro comportamiento, etc.
En esta coyuntura histórica urge EL SOCIALISMO DE LO PEQUEÑO. Queremos hacer una revolución?, estamos convencidos que sí. Pero cuanto urge que la misma comience por casa. Por nosotros mismos.
La militancia revolucionaria requiere mayores niveles de conciencia. Pues, quien  dijo que la revolución es un camino fácil? Quien dijo que esta está a la vuelta de la esquina?.

Urge llenarnos de grandeza, de altruismo. Pero también de conciencia. Pues, el camino revolucionario, visto en una perspectiva histórica, es como atravesar los andes (lo que hizo Simón Bolívar con el ejercito patriota), hacerlo nosotros una y otra vez, bajo la plena convicción de que el sacrificio o los frutos de este, no serán para nosotros.

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