jueves, 5 de mayo de 2016

“FUNCIONARIO PÚBLICO QUE HAYA FIRMADO DEBE QUEDAR FUERA”

No son casuales los “caprichos” que utilizan los sectores oposicionistas al gobierno revolucionario que preside Nicolás Maduro, cuando argumentan, a través de gestos o vestimentas, hechos sin racionalidad alguna. Es que es sí por que sí. Caso por ejemplo, La Bandera Nacional con siete estrellas. Esto, para negar las ocho estrellas que legalmente lleva la bandera. Se olvidan que las razones históricas datan desde la época de la lucha que emprendió Bolívar por la independencia de Venezuela. Cada estrella de la bandera simboliza una Provincia liberada del yugo Español. Entre ellas La provincia de Margarita, Cumana, Barcelona, Barinas, Mérida, Trujillo y Caracas. Y el 20 de noviembre de 1817 El Libertador Simón Bolívar ordena, por decreto, la incorporación de la octava estrella, que representa La Provincia de Guayana. Y es casi 195 años después que se honró dicho decreto. Y en honor a la verdad hay que decir que ningún presidente, en todo ese tiempo, tuvo la osadía de honrar la voluntad de Bolívar. Fue Hugo Chávez quien lo hizo.
Algo parecido ocurre con el nombre de Venezuela. Se niegan a llamar a Venezuela como Bolivariana, co o que si eso fuera una vergüenza. Se olvidan que es una forma de honrar al hombre más grande que ha parido esta patria: Simón Bolívar.
Y así es todo. Niegan todo, se burlan de todo. A los pobres les han enseñado a sentir vergüenza de ellos mismos. Logrando en parte que muchos de ellos se desclasen.
Muchos Funcionarios Públicos se dicen apolíticos, pero firman listas y votan en contra del gobierno. Como que eso no fuera un acto político.
Y hasta han mutado. Van a marchas; dizque voluntariamente, y participan en el 1x10 y en las patrullas, pero siempre alineados con los sectores oposicionistas, tratando de cuidar el trabajo, o asegurar el apartamento de La GMVV que le ofrecieron (y que Julio Borges promete convertirlos en preciados bienes inmuebles), o el carro o los dólares viajeros.
Hay que decirlo. Ostentar hoy un cargo en La Administración Pública implica un compromiso con el país. Pues, si no es una contradicción. En una Revolución; y entiendan de una vez que una Revolución es una ruptura, un cambio de paradigma, es un parto de una nueva patria; cada persona que conforma el aparato gubernamental, tiene un rol que jugar, un aporte que hacer.
Muchos funcionarios se solapan en los mismos mecanismos legales que ofrece el Estado, para divagar, anónimamente y poder subsistir en la nomina. Tanto La Ley del Trabajo como La Ley del Estatuto de La Función Pública establecen bondades que benefician y protegen a los trabajadores. Pues, de ellas se valen para “ocultarse” la mayor parte del tiempo.
Ah, quieren revocar a Maduro?, perfecto. Pero es más honesto que renuncien y asuman, desde la acera de enfrente, asuman la militancia política.
Las recientes firmas que se recogieron para activar el revocatorio contra Maduro, va a desnudar a aquellos funcionarios públicos que son anti-chavistas y que odian a la revolución. Y como dice Diosdado Cabello; “después no vale pedir tiempo”.
Y es que esto no es un simple gobierno. Esto es una Revolución. Y fíjense que los pueblos y las sociedades a veces atraviesan por circunstancias donde se exige tomar decisiones duras. Véase por ejemplo El Decreto de Guerra a Muerte emitido por Bolívar en 1813, después de la caída de La Primera República, cuando Domingo Monteverde, junto a otros jefes realistas, se dieron a la tarea de asesinar a cuanto republicano se atravesara. Bolívar al enterarse sentenció; “Nuestro odio será implacable y la guerra será a muerte”. Entendía El Libertador que las circunstancias reclamaban un acto contundente. “Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de Venezuela. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables”.
Caso parecido cuando el terremoto de 1812, cuando Simón Bolívar emitió aquella lapidaria frase; “Aunque la naturaleza se oponga lucharemos contra ellos (Españoles-Realistas), y haremos que nos obedezcan”. Y esta frase como ustedes recordaran vino precedida por la arenga que hacían los enemigos de la lucha por la independencia, para hacer ver que el terremoto era un castigo de Dios por sublevarse en contra del Monarca Fernando VII.
La Traición a La Patria es inadmisible. La hora reclama compromiso y entrega. La epopeya que emprendió Bolívar por la libertad de Venezuela y de la America toda, exigió mucho empeño, mucha sabiduría de los líderes, pero también mucho compromiso del pueblo y una activa participación de la gente. O es que acaso alguien puede pensar que los ejércitos que regaban con sangre los suelos patrios eran traídos de otros mundos?, pues, no. Eran ríos de campesinos, de jóvenes, de gente común y sencilla que debían hacer su aporte por la patria.

La hora actual reclama eso de los conciudadanos, “Por que hay cosas que tenemos que hacer de cualquier modo; con el filo de la espada o emborronando cuartillas”      

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