Chávez lo decía
hasta la saciedad; “Yo soy un subversivo en Miraflores. Soy un rebelde”. Y es
que esta pequeña frase iba a dibujar, desde ya, el perfil de este gobierno.
Nicolás Maduro lo
dejó bien sentado el 1ero de mayo, cuando le hablaba al pueblo venezolano. “Si
aquí la derecha llegara hasta este palacio, yo mismo encabezaré la rebelión
popular (palabras más, palabras menos). Con estas palabras Maduro está llamando
a defender la Revolución.
Y precisamente
debemos tener claro que este no es cualquier gobierno. Quiéranlo o no, esta es
una Revolución. Y como lo decía Silvio Rodríguez a Rubén Blades (a propósito de
las criticas que este hiciera a Nicolás
Maduro y al proceso revolucionario venezolano); “Una Revolución es un vuelco,
una ruptura, un abrupto cambio de perspectiva… las verdaderas revoluciones son
siempre difíciles… una revolución no es una tranquila, pacifica obra de
beneficencia, como cuando las encopetadas damas de la alta sociedad salen a
hacerle caridad a los que no tienen justicia”.
No, este no es un
simple gobierno, y aquí si hay cosas que defender. Y la contra revolución no se
hizo esperar. Le han dado duro al pueblo, desde lo mediático y desde la
alienación, buscan de humillar a la gente para convertirnos nuevamente en seres
escépticos, resignados, sin esperanzas y plenamente convencidos de que somos
seres inferiores; sin perspectivas y sin derechos de soñar.
La ingenuidad hay
que echarla a un lado. Como mansos corderos acudimos con nuestro pueblo a las urnas electorales a
hacer un ejercicio verdadero de democracia, con unos contendores que en esencia
no son demócratas.
Descaradamente
despotrican de las instituciones, no importándoles las secuelas y las heridas
que le dejan al país.
En honor al
lenguaje sincero que debemos tener con nuestro pueblo hay que decir y admitir
que nosotros, con el proceso político que vivimos, donde alzamos las banderas
del bolivarianismo, de la independencia y de la libertad, detentamos el
gobierno, pero aun no tenemos el poder. Aun ellos controlan los medios de
producción. Por eso es que nos joden con la Guerra Económica.
La burguesía
aprieta y aprieta duro. Están utilizando todas las herramientas posibles. Desde
los medios de comunicación, redes sociales, hasta maquillaje de noticias y
utilización de información falsa y hasta la violencia.
Hay grupos
paramilitares perfectamente entrenados para atacar y hacer daño. Hay dirigentes
del proceso bolivariano que son objetivo militar. Y desde el exterior, los EEUU
mueven sus piezas (militares, logística, dinero). Esperan el momento justo para
dar la estocada.
Por todo ello, es
acertada la estrategia que maneja Nicolás Maduro y El Comando de La Revolución.
Aquí está planteada es la unidad revolucionaria y de las fuerzas progresistas.
Es necesario que
profundicemos en lo ideológico y en fomentar mecanismos de protección de la
revolución. Pues, la coyuntura reclama; acción pedagógica, formación ideológica,
preparación militar y firmeza revolucionaria.
El chavismo no debe
dejar la calle y Maduro debe seguir empujando la unidad nacional.
Valga decir que
duele en el alma ver compañeros ser tan viscerales con Nicolás Maduro y el proceso revolucionario.
Cuando nunca como ahora, el enemigo histórico, deslastrado de toda apariencia,
hasta lo ha hecho público, han decidido tomar el poder en Venezuela.
Si por un momento
nos inclinamos por encima de la cotidianidad, quizás nos demos cuenta de lo que
representa Venezuela para el resto de los países del mundo, que luchan día a día
por la libertad y por desarrollar formas de gobierno que beneficien a las
clases populares, a los explotados de siempre. Venezuela libra en este momento
una batalla épica. No es poca cosa!
muy cierto. mas claro no puede ser chavez nos dio las herramientas para ser libre y luchar por la revolucion con etica , honrrades y gallardia lograremos nuestro futuro
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