El solo hecho de
nacer ya es un milagro. Un hermoso accidente que nos pone en una maravillosa
oportunidad de poder vivir y de hacer cosas extraordinarias.
No hemos nacido por
que sí. Para ello se han tenido que conjugar muchas cosas mágicas. O bien
accidentes, encuentros, coincidencias. En fin, la creación invitada a un
encuentro donde todo; hormonal, biológicamente, y hasta el azar, han apostado
para que ocurra el milagro.
La vida es un
regalo, pero aun así no se cansa de darnos lecciones y de demostrarnos lo
frágil que es esa conexión entre ser y estar. Entre respirar y permanecer
inertes. O de recordarnos que ella en sí misma, es un tributo.
Nos pone pruebas
para que valoremos nuestra suerte. En algunos casos solo amaga con robarnos ese
regalo maravilloso, como para que la valoremos. Y quizás, especulamos al
decirlo, para que seamos más humanos, más dados al prójimo. Una forma de
pedirnos que enmendemos el error terrible de no ser tan humanos. Esa especie de
enfermedad que nos hace olvidar el tremendo compromiso que tenemos como
especie; de cuidarnos, de preservarnos, de ayudarnos, de convivir en paz.
Conozco el caso de
un amigo (de Maturín), Carlos Martinez se llama él, a quien se le murió su hija
Karla (de apenas 5 años), atacada por un terrible cáncer. Esa trágica Lección
de Vida ha servido para que Carlos, inspirado por su hija Karla; a través de La
Fundación Karla Martinez, se empeñe en llevar consuelo, alegría, medicinas y
todo un mundo de solidaridad, a todos los niños que están recluidos en El
Hospital Universitario “Manuel Nuñez Tovar” de Maturín.
Y que no decir de
Facundo Cabral, asesinado hace ya cinco años en la ciudad de Guatemala, quien
se definía a si mismo como un “vagabundo de primera clase”. Su esposa y única
hija murieron en un accidente aéreo. Después de eso Facundo Cabral se convirtió
en un apóstol de la vida. Pero pudo haberse convertido en un amargado. Motivos
tuvo, pero su Lección de Vida lo llevo a ser un bohemio de la amistad, de lo
sencillo, de lo espiritual. Un predicador del amor.
La vida misma nos
ha dado grandes lecciones. El alma se nos ha abierto en dos, por el dolor que
nos han dejado seres queridos; conocidos, familiares o amigos. Seres que han
bregado duro contra el cáncer. Pero que al final, no obstante de dejarnos
heridas profundas, quizás nos han convertido en seres más humanos. Más cerca
del dolor ajeno.
El cáncer de Hugo
Chávez fue una experiencia dolorosa para el pueblo venezolano. Quizás una Lección
de Vida para que entendamos que si es posible luchar por nuestros ideales, por
nuestros sueños.
Sin embargo, hubo
quienes se burlaron hasta la saciedad. Dos ejemplos para ilustrar la idea. El
periodista Leopoldo Castillo, “El Ciudadano”, que todas las tardes desde su
programa en Globovisión se burlaba del cáncer del Comandante. Posteriormente un
cáncer en el recto lo saco del programa. Habrá aprendido su Lección de Vida?.
La bella periodista
Anna Vaccarella una vez deslizo públicamente una frase malvada, cuando Hugo Chávez se debatía en su lecho, “en una feroz batalla
por la vida”, se pudo leer que; “Gracias a Dios que existe el cáncer”. Pues, la
vida le ha dado una lección monumental. Ella fue diagnosticada de padecer
Linfoma No Hodking, una forma de cáncer muy agresivo que requirió un
transplante de medula, que le lograron hacer en la ciudad de Nueva York.
Por todas esas
cosas que se escriben de ella sabemos que ha vuelto de la oscuridad. Salio de
las tinieblas y la vida la ha traído de vuelta.
Su lección de vida debe servir para lo grande, para
lo hermoso. Gracias a Dios ha vuelto. La vida le brinda una segunda oportunidad
(y lo decimos sin mofarnos. Más bien con respeto y admiración por ella). Su
testimonio es desgarrador, pero también aleccionador.
Buenar tardes, excelente articulos. Grandiosas palabras Sr Hector. Ustes es un gran ser humano,humilde y muy bondadoso. Un gran PADRE y guia politico. Me identidico con sus palabras, ya que perdi a mi Madre hace ya 6 años y aunque no fue de Cancer, fue una enfermedad bastante dura. Luego de haber vivido eso, Gracias a Dios y toda la fuerza que me dio, decidi optar por ser mas Humana, solidaria mi vida cambio muchisimo. Ahora me pongo en el lugar del que mas necesita y comprendo muchas situaciones de la vida. Lo respeto y admiro mucho. Gleydis Castillo
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