miércoles, 4 de octubre de 2017

EL SUR TAMBIÉN EXISTE

El Sur parece el lado B del disco. La otra cara de la moneda; el débil ante el poderoso, el patio trasero donde los colonizadores practican su poderío. El Ecuador parece una línea imaginaria trazada por el creador, para concentrar en él gente buena, bondades naturales, pero también rituales y formas armoniosas de vivir; donde lo ancestral está marcado en el alma de todo ser, pero que es lo que finalmente explica los hombres que somos, este tipo de hombres de esta parte del mundo. No obstante a ser invisibilizados, oprimidos, despreciados, y subestimados en gran medida.
El Norte se nos presenta como la gran quimera, la modernidad, lo avanzado, lo superior. El primer mundo. Allí está el hogar de Mickey Mouse y El Pato Donald y en donde se cree que todo sueño es posible de hacerse realidad. El Norte con su smoke que cubre las ciudades y que contamina las esperanzas de un mundo mejor, se convierte cada vez más en un gran mercado donde la vida está signada por la oferta y la demanda y en donde los hombres son estadísticas, un tarjetahabiente, un código, una cuenta bancaria, y en donde la felicidad y el éxito lo determinan la acumulación de bienes.
En América del Sur la vida tiene otros colores, los doce países que la conforman (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela), portan sobre sus hombros toda la fuerza y la rebeldía que le otorga su pasado glorioso. Los anchos mares y largos ríos que la atraviesan y bordean; sus bosques, fauna y vegetación única, nos convierte en una zona estratégica para la vida en el planeta.
No es una simple consigna gritar; más cuando sale del alma, que, “Alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina”. No es cualquier cosa ser América la cuna del hombre más grande que ha parido esta parte del mundo. No es cualquier cosa su legado. Un quijote que levanto templos y castillos de sueños y esperanzas y quien dejó sembrada la convicción de que la rebeldía es una de nuestras mayores riquezas.
Y qué no decir de la herencia que nos han dejado Las Culturas Precolombinas. Estigmatizadas por las elites dominantes y por la historia oficial, pero son innegables su alto desarrollo cultural, arquitectónico, religioso, agrícola y la gallardía con que defendieron su legado y que aún hoy vemos en los rostros mexicanos, peruanos, ecuatorianos, bolivianos. Pueblos enteros llenos de sabiduría y cargados de historia.
El imperialismo, en su expresión más vergonzosa y con Donald Trump y los EEUU como rostros visibles, le ha hecho saber al mundo que vienen a imponer su fuerza hegemónica y totalitarista.
El capitalismo, como un fantasma decadente que recorre al mundo, se nos muestra en su expresión más cruel y sanguinaria, como el policía del mundo. El jefe civil de las naciones. Solo que subestiman a un continente que baila por el medio de la tristeza y el dolor y que lleva la musicalidad en la sangre. Y la rebeldía, y la fe por el mañana. Somos montañas, ríos, polvo. Somos un indio mascando coca y un guerrero empuñando las armas de siglo ante la bota invasora. Somos arrechos! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

UN GIRO A LA DERECHA

        Hay compañeros que viven en una permanente crítica al gobierno bolivariano. Son implacables, severos y constantes en sus críticas. T...