viernes, 9 de febrero de 2018

EL DERECHO QUE OTORGA LA JUSTICIA SOCIAL

No todo el tiempo La Justicia Social fue algo tan común como lo parece. Desde la concepción del Derecho de Gentes y en su paralelismo con el Derecho Natural, fueron muchos los que terminaron resignados al comprender que la historia, vista ésta desde el punto de vista de la economía política, terminó dividiendo al mundo entre ricos y pobres y entre explotados y explotadores. Ah, pero también, entre revolucionarios y conservadores. Entre hombres que se empeñan en trascender y en recorrer caminos cuales quijotes y entre hombres que se empeñan en que nada cambie. En que las sociedades se mantengan estancadas y negadas al progreso y al desarrollo. Hombres que se empeñan en frenar el desarrollo de la historia y echar por tierra sus leyes. Así Las Fuerzas Productivas parecen supeditadas a sus designios, pero al final terminan pasándole por encima.
En Venezuela La Justicia Social ha cobrado vida y forma con Hugo Chávez y con el izamiento de las banderas del bolivarianismo. Legado que ha sostenido Nicolás Maduro, resaltando incluso una virtud hoy día en desuso, como lo es la lealtad. Y si hay alguna duda de ello, miren un poco a su alrededor y vean a los Lenin Moreno y su traición al Presidente Correa. O el caso de Luis Almagro (Secretario General de la OEA), promovido por Pepe Mujica. O el caso de Macri y su traición al pueblo de Argentina o el de Temer en Brasil. De modo que ejemplos sobran.
Antes de Chávez en Venezuela imperaba el carnet partidista y las casas del partido eran las agencias de empleo. El pueblo estaba resignado a ser pobre y además el Estado no ofrecía alternativas. Venezuela era un país rico con un pueblo pobre. Nadie se explicaba esa contradicción.
Con Chávez y La Revolución Bolivariana la gente empezó a viajar por el mundo. El cupo viajero le permitía a muchos traspasar las fronteras y conocer mundos. Una “Gota de Petróleo” era distribuida equitativamente entre todos los venezolanos.
Chávez ordenó atender a los discapacitados  como nunca antes se había hecho en el país. Se activó una política de Estado para ello. La atención médica, a través de Barrio Adentro, buscó hasta el más lejano de los venezolanos para brindarles atención médica primaria. Una deuda que ningún gobierno le había satisfecho al pueblo.
La Revolución Bolivariana reivindicó e hizo Justicia Social con los pensionados de este país. Y además abrió las posibilidades reales para que muchas familias puedan acceder a una vivienda digna. La Gran Misión Vivienda Venezuela es garantía de ello. Sin cuota balón y sin las marranerías perversas de los controles bancarios que nos obligan a pagar más veces el precio de un inmueble.
La Justicia Social  también ha tocado las puertas de los indígenas. Pobladores originarios de nuestro continente. Respetándoles su hábitat, costumbres y cultura y además, dándoles reconocimiento constitucional.
Los enemigos de Venezuela la quieren ahogar. Ya no ocultan el lenguaje ni sus intenciones. Ya de manera grotesca y descarada anuncian el intervencionismo, el bloqueo y sus intenciones de intervenir militarmente el país. Aun así El Presidente Maduro desarrolla políticas sociales para no dejar al pueblo desguarnecido. De hecho para este 2018, contra todos los pronósticos, la inversión social abarca más del 70% del presupuesto. El CLAP, los bonos, no son dadivas. Son mecanismos de ayuda en momentos de guerra económica.
Además de que nuestras riquezas naturales son apetecibles. La Revolución Bolivariana es un ejemplo de que los enemigos del progreso y de la libertad, temen que se disemine por el mundo.

Aquí nos estamos jugando el futuro de Venezuela y el futuro de los pueblos que claman justicia y que anhelan conocer La Justicia Social; extraña figura que escasea en la cotidianidad de su gente.      

viernes, 2 de febrero de 2018

LARGO PASADO PERO CORTA MEMORIA.

Cuando Hugo Chávez gana La Presidencia de La República en 1998, detuvo de manera inmediata la ola de privatizaciones que se venían sobre el país.
Ya Carlos Andres Pérez, no obstante de ser Acción Democrática miembro de La Internacional Socialista, electo para un segundo periodo (1989-1993), había asumido la visión, sin desparpajo alguno, de Libre Mercado y con ella la eliminación de subsidios y la privatización,  como la panacea de todos los males de la sociedad venezolana.
El 2 de febrero de 1989 da Carlos Andrés Pérez su primer discurso a la nación, ya como presidente electo. El 16 de febrero de 1989 anuncia El Paquetazo Económico y deja plasmada toda su visión de libre mercado. El 19 de febrero de 1989 se informa al país de la visita de los representantes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional y de Edgar Leal, nuevo negociante de la Deuda Externa en Washington. El 27 de febrero de ese mismo año se produce El Caracazo.
El Paquetazo de CAP incluía; someterse al FMI y aplicar de manera inmediata, un programa de ajustes, para obtener financiamiento de  US$ 4.500.000.000, en tres años, liberar las tasas de interés, eliminar la tasa cambiaria y eliminación de la tasa preferencial de divisas, liberación de precios, aumento de las tarifas de los servicios públicos, aumento de la gasolina y el transporte.
Finalmente sale CAP de la presidencia ante el Antejucio de Merito que le fue abierto por malversación de fondos públicos.
De mayo a junio de 1993 asume provisionalmente la presidencia, el presidente del senado, Octavio Lepaje. Hasta que El Congreso designa, para culminar el periodo presidencial a Ramón J Velázquez.
Para el periodo presidencial de 1994-1999, gana Rafael Caldera y lanza su programa de gobierno conocido como “La Agenda Venezuela”; severo programa de ajustes macroeconómicos; privatización de empresas, asociación con transnacionales para explotar La Faja Petrolífera del Orinoco (la llamada “Apertura Petrolera), y reformas legislativas para garantizar la aplicabilidad de todo el paquete. No es casual La Ley de Privatización, sancionada en 1997 y defendida fervientemente en el seno del congreso, entre otros diputados, por Henry Ramos Allup y por la fracción del partido Copei.
Por esos días se hablaba de que en el seno del congreso existían dos corrientes políticas. La corriente “Estatista” y la corriente “Privatizadora”, y el punto de discusión fuerte en el seno de la cámara, eran el artículo 1 y el artículo 16 de la Ley de Privatización.
Si Chávez no hubiera ganado las elecciones no se hubiera detenido el plan privatizador que se venía contra el país. Se iba a privatizar a PDVSA, a las Empresas Básicas de Guayana, a La Educación Universitaria, la salud, etc.
De modo que el debate entre Estatistas y Privatizadores solo tocaba la forma del problema, no el fondo. Chávez lo definió. Revolución o Reforma. Y he allí la razón por los que los enemigos de la patria se la tienen jurada a La Revolución Bolivariana.
Aquí hay demasiadas cosas que defender. El Estado Social y de Justicia es una de ellas. Sin La Revolución Bolivariana no existieran los pensionados ni la Gran Misión Vivienda Venezuela ni todas las políticas sociales de inclusión y de justicia. Venezuela no fuera un país sin analfabetas ni uno de los primeros países en el mundo con más acceso a la educación universitaria.
Defendemos el derecho a ser libres y a dar respuestas a nuestros problemas sin empeñar el futuro y las riquezas de Venezuela.
Aquí muchos se montaron en avión gracias a Chávez. Y empezaron a comer tres veces al día gracias a Chávez. Y gracias a Chávez tienen apartamentos, carro y viajaron por el mundo. Y gracias a Chávez se graduaron en una universidad. Y empezaron a tener rostro, a tener una identidad, a ser oídos. Hay muchas cosas que defender.      


UN GIRO A LA DERECHA

        Hay compañeros que viven en una permanente crítica al gobierno bolivariano. Son implacables, severos y constantes en sus críticas. T...