Cuando Hugo Chávez gana La
Presidencia de La República en 1998, detuvo de manera inmediata la ola de
privatizaciones que se venían sobre el país.
Ya Carlos Andres Pérez, no obstante
de ser Acción Democrática miembro de La Internacional Socialista, electo para
un segundo periodo (1989-1993), había asumido la visión, sin desparpajo alguno,
de Libre Mercado y con ella la eliminación de subsidios y la
privatización, como la panacea de todos
los males de la sociedad venezolana.
El 2 de febrero de 1989 da Carlos
Andrés Pérez su primer discurso a la nación, ya como presidente electo. El 16
de febrero de 1989 anuncia El Paquetazo Económico y deja plasmada toda su
visión de libre mercado. El 19 de febrero de 1989 se informa al país de la
visita de los representantes del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional y de Edgar Leal, nuevo negociante de la Deuda Externa en
Washington. El 27 de febrero de ese mismo año se produce El Caracazo.
El Paquetazo de CAP incluía;
someterse al FMI y aplicar de manera inmediata, un programa de ajustes, para
obtener financiamiento de US$
4.500.000.000, en tres años, liberar las tasas de interés, eliminar la tasa
cambiaria y eliminación de la tasa preferencial de divisas, liberación de
precios, aumento de las tarifas de los servicios públicos, aumento de la
gasolina y el transporte.
Finalmente sale CAP de la presidencia
ante el Antejucio de Merito que le fue abierto por malversación de fondos públicos.
De mayo a junio de 1993 asume
provisionalmente la presidencia, el presidente del senado, Octavio Lepaje.
Hasta que El Congreso designa, para culminar el periodo presidencial a Ramón J Velázquez.
Para el periodo presidencial de
1994-1999, gana Rafael Caldera y lanza su programa de gobierno conocido como “La
Agenda Venezuela”; severo programa de ajustes macroeconómicos; privatización de
empresas, asociación con transnacionales para explotar La Faja Petrolífera del
Orinoco (la llamada “Apertura Petrolera), y reformas legislativas para
garantizar la aplicabilidad de todo el paquete. No es casual La Ley de
Privatización, sancionada en 1997 y defendida fervientemente en el seno del
congreso, entre otros diputados, por Henry Ramos Allup y por la fracción del
partido Copei.
Por esos días se hablaba de que en el
seno del congreso existían dos corrientes políticas. La corriente “Estatista” y
la corriente “Privatizadora”, y el punto de discusión fuerte en el seno de la cámara,
eran el artículo 1 y el artículo 16 de la Ley de Privatización.
Si Chávez no hubiera ganado las
elecciones no se hubiera detenido el plan privatizador que se venía contra el
país. Se iba a privatizar a PDVSA, a las Empresas Básicas de Guayana, a La Educación
Universitaria, la salud, etc.
De modo que el debate entre
Estatistas y Privatizadores solo tocaba la forma del problema, no el fondo.
Chávez lo definió. Revolución o Reforma. Y he allí la razón por los que los
enemigos de la patria se la tienen jurada a La Revolución Bolivariana.
Aquí hay demasiadas cosas que
defender. El Estado Social y de Justicia es una de ellas. Sin La Revolución
Bolivariana no existieran los pensionados ni la Gran Misión Vivienda Venezuela
ni todas las políticas sociales de inclusión y de justicia. Venezuela no fuera
un país sin analfabetas ni uno de los primeros países en el mundo con más
acceso a la educación universitaria.
Defendemos el derecho a ser libres y
a dar respuestas a nuestros problemas sin empeñar el futuro y las riquezas de
Venezuela.
Aquí muchos se montaron en avión
gracias a Chávez. Y empezaron a comer tres veces al día gracias a Chávez. Y
gracias a Chávez tienen apartamentos, carro y viajaron por el mundo. Y gracias
a Chávez se graduaron en una universidad. Y empezaron a tener rostro, a tener
una identidad, a ser oídos. Hay muchas cosas que defender.
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