Son gente que no tienen un proyecto de país. Por el contrario, están hundidos en el pragmatismo más feroz que podamos conocer.
La política la han convertido en una perversión. Y cual "carro"; para decirlo en el lenguaje de las cárceles, la disputa es Venezuela.
La señora Machado, Antonio Ledezma, Enrique Capriles y Leopoldo López, tienen como mayor fortaleza, el voluntarismo. Tienen además los reales y una mínima plataforma o estructura para operar. Pero son cascarones vacíos. Aunque jóvenes algunos, sostienen posturas envejecidas y ya derrotadas en el pasado. Sus liderazgos, más que ser arrastradores de masa, ostentan fuerte poder financiero. Más sin embargo, no podemos desligar sus acciones a una hegemonía mundial de la derecha. Por ello no es casual que uno de los efectos inmediatos de la globalización (o la mundialización del capitalismo), es la abolición de esos conceptos "románticos", como lo es la patria, la soberanía, la autodeterminación, independencia, etc. Pues, más fácil es ganar adeptos dentro de los mismos nacionales para "liberar" a sus propios pueblos. Verbigracia, la guerra de pranes que venimos describiendo.
En La Guerra de Pranes cada protagonista mueve una estrategia distinta. Más sin embargo, todos coinciden en puntos básicos. Por ejemplo; ninguno condena la violencia, tampoco creen en la mesa de diálogo. Es decir, el que se siente a conversar con el gobierno se rajó y automáticamente queda inhabilitado en unas eventuales elecciones presidenciales.
Peligrosamente surgen nuevos actores que poco a poco van desplazando al liderazgo de La MUD. Y esto tiene que ver con la participación extranjera en el conflicto. Desde Miami y Bogota se estimulan las guarimbas. Hay participación de paramilitares y francotiradores traídos de otros lares. Se experimentan formulas. Se va de la violencia a lo sublime. Se dramatizan actos violentos, se declaran haber sido violados con puntas de fusiles, pero nada pasa. Se exhorta a la violencia. A los militares se les llama Aguacates y Nísperos a La Policía Nacional. Se asesina a mansalva. Los muertos son simples objetivos, necesarios objetivos que buscan prender el peo.
CNN se encarga de divulgar y los pendejos de creer.
Ahora La Guerra entre Pranes pasa a una fase sublime. No se abandona la violencia y la descalificación a toda la gestión gubernamental que lidera Nicolás Maduro. No cesan las gestiones para ganar adeptos a nivel internacional. Se agotan los cartuchos. Ya se gastaron los de los artistas, los deportistas, la vocería internacional. Ahora le toca a lo sublime. Es hora de prender las velas, de encender las antorchas, de fingir el llanto por las mismas personas que gracias a ellos mismos, han asesinado.
Se les exige originalidad. Eso significa que cualquier locura es valida. No importa que eso acarree la muerte de inocentes. Con tal, la idea es contribuir al caos.
"El que tenga ojos que vea..."
"El que tenga ojos que vea..."
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