Así tituló El Papa Francisco
su última Encíclica, y en ella expresa y reconoce el colapso mundial del modo
de producción que nos ha gobernado hasta ahora. El Mercado no puede ser la
panacea que ha de resolver todos nuestros problemas. Por el contrario, ha
ayudado para dividirnos más y para ponerle un precio a las necesidades humanas
básicas. En ese sentido señala El Papa Francisco que; “El problema tecnocrático
también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política. La
economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar
atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas
ahogan a la economía real… en algunos círculos se sostiene que la economía
actual y la tecnología resolverán todos los problemas ambientales, del mismo
modo que se afirma, con lenguaje no académicos, que los problemas del hambre y
la miseria en el mundo simplemente se resolverán con el crecimiento del
mercado…”
Esta Encíclica aparece en un momento en que
la humanidad atraviesa por una profunda crisis. Definida por unos como crisis
planetaria, crisis sistémica, crisis del capitalismo. Crisis que nos conduce
aceleradamente hacía la destrucción. Y no hablamos solo de la destrucción de la
especie humana, sino también de la
destrucción del planeta. De nuestra “única y contamina nave espacial”; como
dice Walter Martinez (Dossier), o de “Nuestra Casa Común”, como dice El Papa Francisco.
Por una parte el afán desarrollista del Modo
de Producción Capitalista, que se ha encargado de “exprimir” los recursos de la
madre tierra; sin importar métodos, sin importar fórmulas. Su único fin ha sido
dominar a la naturaleza. Supeditarla a sus intereses y lograr imponer sus
postulados como estilo de vida. Sus resultados han parido la riqueza, pero ha
abortado a millones y millones de pobres. Hombres, mujeres y niños que mueren
de hambre, o viven indignamente, sin acceso a la salubridad, a la educación, al
esparcimiento, a la felicidad.
Así también las guerras. El gigantesco éxodo
de desplazados que hoy se diseminan por toda Europa. Familias enteras que
prefieren morir intentando buscar un nuevo futuro, a morir asesinados por El
Estado Islámico (EI), o por los bombardeos que incesantemente efectúan los EEUU
y La OTAN en países de alto interés económico para ellos. Son millones las
personas que se han dispuesto migrar de Siria, Pakistán, Afganistán, Somalia,
Nigeria, Irak, Sudán, etc.
Y El Papa Francisco insiste; “…la humanidad
necesita cambiar. Hace falta la conciencia de un origen común, de una
pertenencia mutua y de un futuro compartido” Se hace imperioso que el ser
humano saque de lo más profundo de sí, su factor u órgano civilizador
consciente. Pues, la inteligencia humana no puede seguir siendo utilizada para
nuestra propia destrucción. Tal parece que hemos perdido nuestro propio sentido de conservación; como
especie, como ser común. Urge volver a un fenómeno de contundencias inusitadas
parecido al “Alba de La Civilización”. A un proceso de superación existencial
que nos eleve a niveles de trascendencia. Que nos permita comprender que el
hombre no es dueño de este mundo. Que somos una minúscula partícula, que no
tiene más valor cósmico que una cigarra o un reptil.
Es la hora de lo humano. Pues, como lo explica
Paramahansa Yogananda…”el cuerpo humano no es solamente un resultado de la
evolución de la bestia…las formas animales eran demasiado crudas para expresar la
plena divinidad. El ser humano fue el único a quien se dio una tremenda
capacidad mental, la del “loto de mil pétalos” del cerebro, así como los muy
aptos centros ocultos en el cordón espinal…”
No hay razón que explique, a propósito de la
crisis migratoria y fronteriza mundial, cual línea es tu frontera y cual piel
es mi piel. Es que acaso la tierra toda no es nuestro único e intransferible
habitad?
El planeta no le pertenece a nadie. Fue
creado para que todos los habitaran. Y solo nos resta gritar; que viva la
fuerza creadora e inconmensurable del cosmos en su complejísimo y caótico
sincretismo de infinita e inagotable transformación dialéctica!
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