No ha habido
formula que los sectores violentos, oposicionistas al Gobierno Revolucionario;
con la participación activa de actores internacionales y del gobierno
estadounidense que preside Barack Obama, que no hayan empleado para tumbar a
Nicolás Maduro.
Han fallado todos
los ensayos de laboratorio y toda lógica. Incluso, no han podido, pese a la
bestial campaña de descrédito que contra Venezuela se cierne a partir de las
grandes corporaciones mediáticas.
Es como que en Venezuela
se producen los peores eventos y en consecuencia se reclama una intervención.
En el mundo ocurre
cualquier barbaridad y de inmediato es minimizada. Lo que ocurre en Venezuela
es magnificado. Todo, todo tiene un tratamiento mediático exagerado. CNN por
ejemplo se dedica, casi las 24 horas, a divulgar noticias negativas sobre el
país.
Mientras tanto, El
Mar Mediterráneo se traga a diario casi mil personas que huyen de la guerra, y
que prefieren arriesgarse a “poblar” las orillas de las playas con sus cuerpos
inertes, a morir de un balazo en una causa absurda que no entienden. Ah, pero
las massmedia calla.
En México, a parte
de la violencia diaria y desapariciones de mujeres (es alarmante este fenómeno),
todavía deambulan las almas de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en
Ayotzinapa, Estado de Guerrero.
En España, donde La
Monarquía (grosera figura), que se sigue sosteniendo pese al precio que tienen
que pagar los ciudadanos comunes. Allí existen seres desahuciados por el
Estado. Echados a la calle sin importar su dolor. Pesa más lo financiero que lo
humano.
En el mismo EEUU la
pobreza se esconde debajo de los puentes y en donde el Estado sigue ejerciendo
sistemáticas acciones violatorias de los DDHH. Invadiendo naciones, asesinando
inocentes, disparando bombas, cazando humanos, violando la privacidad de sus
ciudadanos de los gobernantes del mundo.
En Colombia, nada
más el año pasado murieron 100 niños por desnutrición. Esto, sin dejar de
mencionar la violencia que genera el paramilitarismo y las drogas.
Pero nada de esto
es noticia. La noticia es Venezuela. En el plano internacional se ha generado
un desprestigio gigantesco de la imagen del país. No obstante, Nicolás Maduro
sigue firme.
Con La Guerra
Económica se han jugado su mejor carta. Fue infalible cuando Allende, pero no
se explican su fracaso en los efectos esperados aquí en Venezuela.
Los sectores
oposicionistas violentos y la burguesía internacional, tienen dos propósitos
inmediatos. Uno nacional. Promover hasta la saciedad un estallido social. Una
especie de Caracazo, para lo cual promocionan el hambre en el seno del pueblo.
Venden la idea en el mundo de que el país padece una hambruna, que hay gente
que no come, que mueren de hambre, etc.
Y el otro propósito
o estrategia, es de carácter internacional. Por un lado Obama promulga un
decreto declarando al país como “una amenaza inusual y extraordinaria” para con
sus conciudadanos. Y por otro lado Luis Almagro desde La Secretaria General de
La OEA, pretendiendo aplicar la llamada “Carta Democratica” contra Venezuela.
En el plano
nacional la realidad económica-social dista mucho a la que vivía el país en el
año de 1988, cuando bajo la presidencia de Carlos Andrés Pérez, Venezuela se
entregó de cuerpo y alma al FMI. No se hizo esperar El Sacudón o El Caracazo
(como también fue calificado), o sencillamente; El Día que Bajaron los Cerros.
Una “pequeña”
diferencia de aquella Venezuela a la de ahora, es que Nicolás Maduro no es CAP
(Dios nos libre), y que el pueblo ahora es un primerísimo actor político. El
mismo pueblo que era invisible cuando CAP. Una simple estadística, un número
que solo tenía nombre y apellido cada cinco años cuando habían elecciones.
Gracias a Chávez hoy el pueblo tiene rostro, tiene voz, tiene conciencia.
La gran fortaleza
de Nicolás maduro es el pueblo y su conciencia política. Es su fidelidad a Hugo
Chávez y todas las experiencias que se vivieron junto a él.
Y es que pareciera
que no ha bastado la sangre que ha abonado la historia heroica de la patria. Se
olvidan que esta tierra es la patria del hombre más grande que ha parido la
América toda; Simón Bolívar. Nicolás Maduro se ha montado en el carro de la
historia, que a decir de Pablo Milanes; “La historia lleva su carro y a muchos
nos montará y por encima pasara de aquel que quiera negarlo”
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