Mientas los sectores oposicionistas al
gobierno Bolivariano y Chavista; aupados y exigidos por la burguesía nacional;
en un claro ultimátum de los EEUU, quien se ha erigido como “el policía del
mundo”, han convocado para este 01 de septiembre de 2016, “La Toma de Caracas”,
dizque para reclamar al CNE la no realización del referéndum para este año; no
obstante de saberse que no cumplieron con lo establecido en la normativa del
organismo, pero develados en su verdadero objetivo, que no es otro que la toma
del poder a como de lugar; incluidas acciones violentas y no democráticas. No
dejan de ser preocupantes algunas discusiones que se cuelan en algunos sectores
que representan corrientes revolucionarias. Incluidos movimientos que se
definen como “cuadros” revolucionarios.
Y es en esta crítica en donde el liderazgo de
Hugo Chávez se erige con mayor fortaleza. Y tiene que ver precisamente con la
visión que el movimiento revolucionario venezolano, a lo largo y ancho de su
historia, ha manejado en relación a la toma del poder.
Por ejemplo, nadie puede negar el carácter
heroico de la Lucha Armada en Venezuela. La sangre de esos valientes regó de
héroes el suelo patrio. Hombres y mujeres que asumieron, con lo más preciado
que cada quien tiene; como lo es la vida misma, para luchar por sus sueños,
para pelear por la libertad de Venezuela.
Sin dudas fuimos derrotados, por que la lucha
se trago a muchos de nuestros seres queridos, aunque ganamos en dignidad y
rebeldía. Sin embargo, la toma del poder parecía una quimera. La apuesta
parecía más bien por la vida que por la toma del poder mismo.
Cuba fue ejemplo e inspiración (y lo sigue
siendo). El Che encendía las montañas con su llamado a “Crear dos, tres…muchos
Vietnam”, pero cabe preguntarse; cuan cerca estuvimos de la toma del poder en
Venezuela?
Es precisamente Hugo Chávez quien se plantea
la toma del poder como un hecho real y alcanzable. Claro, sometido a las reglas
de juego de La Democracia representativa, pero con un planteamiento
revolucionario gritado a los cuatro vientos; La Asamblea Constituyente.
En donde radica hoy la disyuntiva y la
discusión revolucionaria? Será acaso en su carácter?, es decir, en que si está
es Socialista?, Bolivariana?, Nacionalista?, Marxista?
La coyuntura histórica exige mucha discusión,
mucha reflexión; críticas y autocríticas, pero también mucha unidad. Decirse
revolucionario pero impulsar el referéndum es un error y una contradicción. El
problema no es jurídico, es político. Y si bien el referéndum es una bondad
constitucional, en este momento está siendo utilizado como argumento legal para
acorralar al gobierno bolivariano que lidera Nicolás Maduro.
Hay críticas ligeras y malsanas (por decir lo
menos); qué Diosdado no debe pedir la cabeza de los funcionarios públicos que
firmaron pidiendo el referéndum, que su discurso es muy radical, que no debe
estar recorriendo al país, etc. Sin embargo, es legítima la movilización
política del pueblo, como garantía fehaciente de la democracia revolucionaria.
Pueblo a la calle, es la consigna.
Como lo decía José Martí (en expresión usada
por El Che en su mensaje a los pueblos del mundo a través de la
Tri-continental); “Es la hora de los hornos, y no se ha de ver más que luz”; La
Revolución Bolivariana está obligada por el tiempo y las circunstancias a ser
alborada, a ser luz y guía de los derroteros de la patria. No cabe un fracaso
más. La esperanza del pueblo (siempre usamos esta categoría en estricto sentido
político y bajo la luz del Materialismo Histórico), no permiten un fracaso más,
una traición más.