Con El Pacto de Punto Fijo se
instaura en Venezuela lo que muchos han dado en llamar; La Partidocracia o La
democracia Representativa. Los diez largos años de dictadura, sin dudas, que le
hacían honor a la tradición militar y dictatorial de Venezuela.
Solo basta mirar (para no perdernos en un ejercicio que nos
distraiga), los 28 años que estuvo Juan Vicente Gómez en el poder. Una Venezuela
rural; llena de espantos y fantasmas, y con una ausencia absoluta de democracia
y de derechos sociales. A Gómez le sucede El General Eleazar López Contreras.
Corre el año de 1935 y Eleazar López Contreras porta en su reputación el haber
servido con obediencia, a dos dictadores; Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez (fue
Ministro de Guerra y Marina de este último).
A López Contreras lo sucede el también General Isaías Medina
Angarita (1941), que si bien es considerado un hombre progresista, nacionalista
y demócrata, le cuesta aprobar la elección directa y universal para elegir al
presidente de la república (esta era de 3er grado y era definida por las
fuerzas políticas agrupadas en el Congreso Nacional). Prefieren un candidato de
consenso. Ni la locura de Diógenes Escalante salva la decisión. El pueblo sigue
siendo un convidado de piedra.
Acción Democrática con Rómulo Betancourt al frente, luego de
apoyar la formula de Escalante (candidato oficialista), se monta en la ola del
Golpe de Estado (movimiento que se venía gestando en los cuarteles), evento que
concluye con la mal llamada “Revolución de Octubre”. Que a propósito Jorge
Olavarria se empeña en criticar el papel que jugaron tanto Rómulo Betancourt
como Rómulo Gallegos, a quienes acusó de “un doble juego inmoral y de
dobleces”. Tres años después de este acontecimiento se produce el Golpe de
Estado que lleva a Marcos Pérez Jiménez a La Presidencia de La República.
En un trabajo periodístico publicado el domingo 11 de septiembre
de 2016, por el diario Últimas Noticias, en su pagina 16, por los periodistas
Carolina Hidalgo y Mireglis Martínez, titulado; “AD y Copei no le pararon a la
inmunidad parlamentaria”, se puede ver claramente que esta figura perteneciente
al Derecho Parlamentario, era usada a conveniencia de quines ostentaban el
poder para la época. Por ejemplo, se lee que, “En 1963 nueve parlamentarios son
acusados de abuso sistemático de la inmunidad y encarcelados en El Cuartel San
Carlos”. Igual suerte corrieron en el año 1976 los parlamentarios Salom Meza
Espinoza y Fortunato Herrera.
Por estos días está en boga nuevamente el tema de La Inmunidad
Parlamentaria. Pues, si bien en buena lid los sectores oposicionista al
Presidente Nicolás Maduro y a La Revolución Bolivariana, obtuvieron la mayoría
parlamentaria, no es menos cierto que la majestad (por así decirlo), del
Parlamento Nacional, se ha venido a menos. En principio, niegan la
institucionalidad y además incurren en un vocabulario vulgar e irrespetuoso
para referirse a las instituciones y al primer magistrado nacional. Hacen uso
grosero y abusivo de la inmunidad. Si bien esta es una especie de fuero, de
privilegio, de excepción o prerrogativa, en el fondo busca, vista su naturaleza
jurídica, que la persona no sea detenida, procesada ni juzgada sin previo
cumplimiento del procedimiento de Antejuicio de Merito (autorización que pide
la Fiscalía para enjuiciar a un alto funcionario).
Con la llegada de Chávez al poder hubo un cambio drástico en la
forma de manejar el liderazgo institucional, sobre todo a nivel del Ejecutivo
Nacional. Hugo Chávez bajó del pedestal la función pública y los convirtió en
Servidores Públicos. Ser ministro o jefe en este gobierno es estar a la merced
del pueblo y su gente. Contrario a antes.
La realidad política actual del país; donde el pueblo ha ido
adquiriendo conciencia política y tiene un rol más protagónico en la sociedad;
y que día a día empuja a la igualdad de derechos, empieza a plantearse el tema
de La Inmunidad Parlamentaria. Incluso constitucionalmente. Pues, nuestra Carta
Magna establece en su Título III; “De los derechos humanos y garantías, y de
los deberes”, Capitulo I, Artículo 21: “Todas las personas son iguales ante la
ley…” (Ver ordinales 1, 2, 3 y 4, del mismo artículo).
Como lo ha expresado el jurista español Gabino Bugallal, a
propósito del tema; “La Inmunidad ha sido utilizada para crear una categoría de
español con billete de libre circulación…”. Y añadimos, robándonos las palabras
de otro ilustre jurista (Francisco Silvela); “Que la inmunidad no sea siempre
una carta de impunidad”
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