Continúa la mediática perversa ocultándole al mundo el poder
político que mueve al chavismo en Venezuela. La massmedia, con su poder
concentrado en los grandes medios de comunicación social y en las grandes
corporaciones de la noticia, le niegan al mundo; para imponer la mentira y el
engaño, la verdad verdadera de lo que ocurre en el país.
La llamada “Toma de Caracas” por los sectores oposicionistas al
Gobierno Bolivariano, fue una convocatoria que perseguía objetivos planteados más
allá de la esfera local. Fue una convocatoria para que la massmedia terminara
de convencer al mundo de que la intervención que tienen planteada hacer los
EEUU, goce de la anuencia y de la aprobación de La Comunidad Internacional.
El golpe de Estado está planteado. Hay elementos que no ayudan. Y
es la ambición personal de los dirigentes oposicionistas. Lo que Diosdado
llama; “La lucha de Pranes”.
Mientras el gobierno (magistralmente además), suspende los vuelos
privados y el uso de drones (lamentablemente solo por cinco días), seguramente
los gringos, con su tecnología de punta y todo, nos espían desde las bases
militares que tienen instaladas en Colombia y Honduras.
Sin embargo, en su afán golpista siguen subestimando al pueblo,
al gobierno y a las fuerzas políticas que militan al lado del bolivarianismo.
Seguramente “La Toma de Caracas” no contaba con un chavismo
movilizado y dispuesto a defender a Nicolás Maduro.
El 1ero de septiembre, el día de “La Toma de Caracas”, La
Revolución Bolivariana; y sus expresiones populares de movilización y
concentración, no existieron para la mediática perversa. De manera más discreta
(en comparación al golpe del 11 de abril), Venevisión, Globovisión y Televen
(por solo nombrar medios audiovisuales), estos canales de televisión no cubren,
periodísticamente, las movilizaciones chavistas.
Diosdado Cabello ha recorrido el país en los últimos días y los
canales de televisión privados no se han enterado.
Ríos de gente han acompañado a Diosdado y a la Revolución, pero
son invisibles para la mediática perversa. Se empeñan en negar lo que acontece
en las calles; se niegan a admitir que el chavismo, 17 años después, sigue
siendo un movimiento de masas.
Pareciera que la orden es la misma: LA REVOLUCIÓN NO SERÁ
TRANSMITIDA. Negar la expresión de un pueblo que en cada marcha, en cada
concentración, evoca sus cantos, sus bailes, sus consignas y su convicción y
amor por un líder y una causa. No entienden que al pueblo (y hablamos de pueblo
en un estricto concepto político), lo conecta con este proyecto político la
esperanza y la militancia en las grandes causas; el sueño terco y rebelde de abrazarse
a banderas nobles y a causas justas.
El chavismo es gobierno, pero a su vez, es despreciado, es
rechazado, negado y humillado. Es invisibilizado y odiado.
Mientras la massmedia hace su trabajo para vender al mundo una
Venezuela que no es, en ese submundo en que han querido convertir al pueblo; a
los de abajo, a los miles de rostro que no se cansan de llorar a Hugo Chávez,
allí, donde no alcanzan a llegar los que no entienden al pueblo y su gente, allí
hay millones de corazones dispuestos a entregar hasta la vida por la patria.
Aquí abajo se está escribiendo la verdadera historia
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