Para hoy jueves mi hija de 10 años debe llevar un pequeño ensayo sobre el 12 de octubre y el significado de la fecha. Una madre representante de una
de las niñas pregunta por el grupo de whassap, si el mismo debe ser enfocado
como tradicionalmente se decía o como los chavistas dicen que es. Es decir, o
Día de La Raza o Día de La Resistencia Indígena.
Y es que las circunstancias hacen oportuno un comentario. Y es
que desde aquellos días en que el profesor Agustín Blanco Muñoz, militante
revolucionario para entonces (hoy acérrimo critico del chavismo y con claras
coincidencias con los sectores oposicionistas al Gobierno Bolivariano), impulsó
la creación de la cátedra “Los NO Descubiertos”, en La UCV, empezábamos a reflexionar
críticamente en relación a tal acontecimiento. Pues, veníamos de muchos años de
rendirle culto y honores a Cristóbal Colón y a sus tres calaveras; La Pinta, La
Niña y La Santa María. E incluso, ilusamente, nos disfrazaban de sumisos
indios, como una forma de ratificarnos culturalmente herederos de una tradición
que pasaba de generación en generación, y que aseguraba nuestra docilidad.
Pero no contaban con la
riqueza cultural de las llamadas Culturas Pre-Colombinas; que aun que ignoradas
o silenciadas por la mediática y la intelectualidad oficial, nos desnudaban
civilizaciones avanzadas y desarrolladas. Incluso en temas como la agricultura,
la arquitectura y la cultura. Y Pío Tamayo con su militancia marxista, que
apuntaba su sentido crítico y contestatario. Y Alí Primera y su canto rebelde y
de contenido histórico; de agitación, panfletaria, de poesía y conciencia. Y
Eduardo Galeano con “Las Venas Abiertas de America Latina”, donde se plasma el
arrojo y valentía de Colón para cruzar las embravecidas aguas del mediterráneo,
pero donde queda claro el inicio del peor saqueo de la historia a pueblo
alguno. Y la mayor desgracia es que Colón murió “convencido de que había
llegado al Asía por la espalda”.
Ahora el gran dilema es, que enseñarle a nuestros hijos. O
fomentamos y estimulamos en ellos el sentido crítico; la curiosidad, la
investigación, la interpretación y el uso de criterios propios. O por el
contrario, seguimos disfrazándolos de indios, con sus caras pintadas y su pluma
adornándoles la cabeza para que sigan adorando y viendo a Cristóbal Colón como
héroe.
America NO fue descubierta. Ya existíamos como pueblo, con
expresiones propias, con sus propios dolores y sus propios partos. Enseñarles a
nuestros hijos que de allí venimos. Que nuestra estirpe guerra y libertaria
viene alimentada de la sangre de nuestros indígenas. De modo que es correcta la
concepción que ubica el 12 de octubre como un acto de resistencia ante la
invasión de los conquistadores.
Que Cristóbal Colón no vino en viaje de turismo, o como
filántropo (caso por ejemplo del Varón Alejandro de Humboldt que antes de 1800
ya había recorrido gran parte de America y a quien el propio Simón Bolívar le
dijo, cuando lo conoció en París en 1818; “Eres el descubridor científico del
Nuevo Mundo, cuyo estudio ha dado a America algo mejor que todos los
conquistadores juntos”). El vino a estas tierras como vocero oficial de la
corona española, que en su decadencia y ante el fortalecimiento de otras
monarquías, como la inglesa por ejemplo, necesitaba expandir su radio de
dominación y conquista.
Cometen un grave error aquellos padres que buscan, o bien
burlarse o restarle importancia a los hechos históricos, solo por expresar su
animadversión al chavismo. Lo mismo ocurre con las ocho estrellas de la bandera
y su significado histórico y quienes se empeñan en identificarla con solo siete
estrellas, dizque por que la de ocho estrellas es la del chavismo. O lo que
ocurre con el nombre de Venezuela y su condición de Republica Bolivariana.
La educación no puede ser un instrumento para oprimir, ha de ser
para liberar, para estimular la quietud intelectual y liberar el espíritu y
disponerlo para lo bello, para lo grande, para la felicidad.
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