Ríos de opiniones corren hoy por las calles del
mundo por lo recientemente ocurrido en Colombia, cuando bajo todo pronóstico,
lo expresado en las urnas; vía para legitimar el acuerdo de paz alcanzado entre
la FARC-EP y el gobierno que preside Juan Manuel Santos, la balanza se inclinó
por la opción del NO.
Y es que desde el punto de vista de lo cruento que es la guerra;
de sus secuelas y consecuencias. De las vidas que se pierden, de lo inhumano
del conflicto, y del revestimiento cruel que implica una guerra, Colombia toda
ha perdido en este conflicto; sus hijos, sus familias, la nación toda.
Más sin embargo, la vida real de los pueblos es más pragmática y
menos filosófica. Los conflictos cunden y son complejos en muchos casos. He
allí por ejemplo, el conflicto armado en Colombia que data ya de más de 50 años
de lucha armada. Y al que se suman el narcotráfico, el paramilitarismo, la
delincuencia organizada, etc.+
Pudiéramos decir que desde el punto de vista del accionar pragmático y de la política del día a día; la
real, la que nos envuelve la cotidianidad, La FARC es la gran ganadora. Y es
que su triunfo político debemos verlo más allá de los recientes resultados
arrojados por el plebiscito.
Políticamente, La FARC, han ganado en demasía desde el mismo
momento en que se ha reconocido su beligerancia política. Eso no es poca cosa.
Pues, es un reconocimiento tácito de su condición de actor político. Al punto
de lograr sentarse en una mesa de negociaciones con el gobierno.
Y no nada más eso. El mismo hecho de sacar de Colombia la
negociación le da una connotación internacional a un hecho local, que además,
involucra a otros actores.
La FARC a lo interno ha sufrido muchas bajas. Desde la muerte de
Marulanda hasta el asesinado de sus principales cuadros del secretariado. Y a
esto hay que decir que en la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, este firmo con
EEUU el ALCA. Y luego de eso no tardó Colombia en llenarse de bases militares
gringas; que bajo la fachada de combatir el narcotráfico, son en verdad para
combatir y exterminar; bajo sofisticadas tecnologías, a la guerrilla de La
FARC.
Ese vuelo del avión que atravesó los cielos colombianos el día
de la firma del acuerdo de paz cuando el Comandante Timotenko hacía uso de la
palabra, lo hacía en un tiempo tardío. Pues, grandes figuras de La Comunidad
Internacional ya estaban postradas ante el mundo para ser testigos de semejante
acontecimiento.
La
consulta la ganó el NO, pero La FARC se muestras erguidas y con la moral en
alto. Empiezan un nuevo camino, sin dejar de lado sus banderas de luchas. Creen
en el socialismo y en el bolivarianismo. Creen en el pueblo.
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