miércoles, 25 de enero de 2017

LOS OTROS HEROES; LOS OLVIDADOS, LOS SILENTES

   Con la llegada de Fabricio Ojeda al Panteón Nacional; una especie de mausoleo gigante reservado a la heroicidad y a los mártires que han arropado nobles causas. A esos hombres y mujeres que han empeñado su vida por las causas del pueblo, y por la felicidad y el bienestar ajenos. Los que por siempre han transitado en el altruismo, como expresión de trascendencia y encuentran en su reposo final el reconocimiento eterno de las generaciones futuras. Se abren las puertas de nuestro principal reservorio histórico para que otros héroes anónimos, olvidados por años y años, sean debidamente reconocidos en sus luchas y en su entrega.
   Y es que, como dato curioso, el mismo sitio donde está ubicado El Panteón Nacional; Parroquia Altagracia de Caracas, es el mismo lugar donde estaba ubicada La Iglesia de La Santísima Trinidad, construida en 1744, y destruida por el terremoto de 1812. Fue Antonio Guzmán Blanco quien decreto en 1874, la construcción del Panteón Nacional.
   Si algo ha distinguido siempre y si en algo ha sido coherente la historia patria, es la heroicidad, la valentía y rebeldía de nuestros hombres. En muchos casos ha sido un transito quijotesco y en muchos otros, envueltos en expresiones plásticas y poéticas. Y todos nos han dejado un legado de trascendencia, que como un ave, ha marchado por encima de las colinas del tiempo. Y lo más importante, que cada personaje; como prendidos por un aura mágico y de tiempos futuros, ha tocado la cotidianidad de la vida de cada época por donde les ha tocado transitar.
   El pueblo tiene guardado en su alma a muchos hombres y mujeres que la llamada “historia oficial” ha relegado al olvido. Héroes anónimos, almas de pueblo que han dejado esparcida su sangre por los caminos y recovecos de la geografía nacional y que han hecho aportes vitales para encender la moral, la rebeldía, la conciencia y hasta el orgullo nacional.
   Fabricio Ojeda; y junto a él sin dudas, una nueva concepción; revolucionaria, que le abre las puertas a las almas populares que reclaman su sitial en el mausoleo del pueblo. Allí aspiramos tener a Luis Mariano Rivera, Alí Primera, Hugo Chávez, Argimiro Gabaldón, Américo Silva, Jorge Rodríguez, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Pío Tamayo. A El Poeta Ramos Sucre, Jacinto Convit y a muchos otros con meritos suficientes para ocupar ese sitial de honor.
   La Revolución Bolivariana esta llamada a reconocer a los héroes olvidados. Pues, allí reposa mucha de nuestra historia más digna y virtuosa. Ella debe desempolvar la historia dormida y darle vida a la memoria y a la gesta de cada uno de estos hombres y mujeres.
   Y es que si no es en revolución no podemos esperar que un gobierno alineado en corrientes políticas conservadoras y supeditados a concepciones neoliberales y hasta represivas, vaya a exaltar la memoria y legado de nuestros héroes, ya de por sí, olvidados y silentes para la historia oficial.
   Es hora de hacer justicia popular y de que echemos a un lado esa falsa moral de que El Panteón Nacional es solo para gente de levita y de corbata. Allí debe estar sembrada el alma del pueblo; sus héroes, sus hijos descamisados y los hombres y mujeres que con su arte, con sus aportes científicos, con su ejemplo y gallardía, han logrado tocar el alma nacional. 

1 comentario:

  1. Muy cierto Dr.Grandes héroes que dieron lo mejor de si mismo por un pueblo un pueblo que vive y sigue paso a paso la historia.Viva Bolivar ,Zamora y Chavez.Dios le bendiga y Exitos .Este Sábado en a La Carga de 12 a 2 am por RNV 91.1 Caracas,Valles del Tuy 95,toda Venezuela y el mundo por la www.rnv.gob.ve

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