La llamada Guerra
No Convencional tiene como escenario principal la mente humana. El enemigo a
vencer es la verdad. La tarea es crear escenarios ficticios, de hechos que se
magnifican para luego impactar el sano juicio de los ciudadanos. Los grandes
laboratorios de propaganda y de marketing no escatiman herramientas, ni
recursos, ni esfuerzos.
Los centros de
poder; gobiernos hegemónicos y grandes corporaciones necesitan cada vez más
sociedades apáticas, dóciles y domesticadas. Es mejor grandes masas humanas que
marchen sin chistar a un destino preconcebido, que tener a ciudadanos críticos
y con fe cierta en el futuro.
La resignación y el
escepticismo, cercenan poco a poco la fe y la capacidad de soñar y de aspirar
un mundo mejor. El hombre no nada más necesita techo, pan o vestimenta.
Necesita crecer con la esperanza de poder construir un hábitat acorde con sus
expectativas.
Sin embargo, La
Massmedia Perversa promueve la caotización de la sociedad. Induce al hombre a
la nuerotización y la locura y lo hace prisionero de una sociedad que lo aleja
cada vez más de la felicidad.
En Venezuela La
Massmedia Perversa se empeña en desdibujarnos al país. Nunca antes una sociedad
y un país todo habían sido sometidos a semejante campaña de descrédito.
Mientras que en el mundo pasan cosas peores, en Venezuela se magnifica el caos
y la crisis.
La prensa escrita
rompe todas las reglas de los manuales y del buen periodismo. Los titulares son
manipulados descaradamente. Cuando leemos un titular dista mucho el sentido de
la noticia. Y al final no sabemos si se trata de una opinión del periodista, de
una información o una noticia. El periodista ha pasado a ser parte, ya no es un
simple “espectador”. Muchas veces es quien dibuja y magnifica el hecho noticioso,
de acuerdo a su posición política. La noticia ha pasado a ser un show; un
really. Esta es adornada con efectos especiales, con sonido o música y persigue
sin dudas impactar el sano juicio de la gente. Los medios de comunicación y los
periodistas, en su mayoría, han pasado a ser parte de un conflicto, que lejos
de contribuir a crear conciencia y a que la gente haga análisis correctos de su
realidad y de su entorno, la inducen al desespero, al odio e incluso, a la
posibilidad de irse del país.
La Massmedia
Perversa implementa en el país una guerra psicológica contra sus ciudadanos,
con el único fin y al precio que sea, de lograr un cambio de gobierno y poder
controlar las riquezas naturales de Venezuela.
La guerra
psicológica contra el país no oculta la intervención extrajera. El mismo
Presidente Nicolás Maduro ha denuncia do
que EEUU utiliza las sedes de sus embajadas en el mundo (y en Venezuela por
supuesto), como centros de operaciones
de la CIA. Promueven el desprecio hacía el país y acondicionan a la opinión
publica para intervenir a Venezuela. Justifican desde ya cualquier acto de
violencia y de posibles victimas.
Como siempre, el enemigo sigue subestimando al
pueblo y su gente. A los niveles de conciencia que se han alcanzado. No saben
ellos que allá, en lo más profundo del pueblo, allá en las catacumbas (como
dijera el presidente Maduro), allá hay un pueblo dispuesto a seguir portando la
rebeldía y el estandarte de lucha de nuestros ancestros. Hay mucho que
defender, mucho por que vivir y mucho para seguir luchando.
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