Tomando prestado este título del profesor Wolfgang Gil, que a su vez él lo construyó a partir de la contemplación que el autor hacía de un cuadro pintado por Francisco Goya (1810-1814), titulado; “Murió La Verdad”; me permite compartir unas reflexiones.
La Posverdad es el nuevo fenómeno (o paradigma?), conceptual que nos va a permitir entender el lado cruel de la massmedia perversa. Esa que construye las verdades, cual laboratorio de experimentación, para satisfacer los intereses del poder concentrado en las grandes transnacionales de la información y que a su vez involucra el comportamiento hegemónico que caracteriza a algunos Estados.
Ante la crisis del sistema global del capitalismo, no hay otra forma de sostenerlo que a través del engaño. La conciencia es un estorbo y la mentira es la nueva verdad.
El hecho noticioso no está en mostrar la realidad, el acontecimiento o lo ocurrido. Informar no es la razón de la noticia. La chica sexi o el joven apuesto pueden dar mejores dividendos. Quizás lo trivial, precedido de imágenes, sonidos y efectos especiales, puede ser una mejor noticia, que el hecho noticioso en sí.
Es la Posverdad que ya ha dado muy buenos frutos en países como Alemania, Corea del Sur, Polonia, Rusia, Turquía, El Reino Unido y en los mismos EEUU. Ahora le toca a Venezuela.
En EEUU por ejemplo, se trató de usar el certificado de nacimiento de Barack Obama o su supuesta converción a la religión musulmana, como noticias importantes y de incidencia en la vida nacional, para sacar de foco temas realmente importantes y de trascendencia para la vida ciudadana.
En nuestro país es común escuchar a los dirigentes de oposición al Gobierno Bolivariano, sin perder la compostura ni la vergüenza, repitiendo constantemente puntos de vista sin fundamento y fácilmente comprobables en su falsedad, pero que encuentran acogida en la gran prensa. Un caso por ejemplo, es el de Julio Borges diciendo constantemente que La Gran Misión Vivienda es pura maqueta. Y la gran prensa, aun sabiendo que El Gobierno Bolivariano que lidera Nicolás Maduro ha entregado más de un millón quinientas mil viviendas, le da cabida a semejantes opiniones no importándoles la falsedad de la información.
Muchos Medios de Comunicación tienen como fuente de información a los voceros que permanentemente esgrimen conceptos, comentarios, cifras y puntos de vista que sin ninguna veracidad o fundamento, tienen una incidencia en las mayorías. Que en verdad son minorías, en cuanto no tienen voz en el mismo medio de comunicación. No opinan, no tienen derecho a replica, ni tienen rostro.
La Posverdad nos desnuda “el mundo al revés”. La noticia ahora es propaganda y la massmedia perversa se encarga de que al final del día no se sepa cual noticia es verdadera y cual es falsa.
La Posverdad se empeña en convertir a Venezuela en un Estado forajido. La noticia es sistematizar que en Venezuela impera la hambruna, el narcotráfico, la corrupción, y que nuestro sistema político es dictatorial. Es la verdad que ponen a correr por el mundo, mientras se minimiza y se trabaja para su bajo impacto mediático, la cantidad de cosas buenas que hace El Gobierno Bolivariano por este país y por este pueblo.
El triunfo de Donald Trump en EEUU, realza aun más el concepto de La Posverdad, pues, la llamada “cultura online” le permitió a Trump llegar, casi de manera personalizada, a todos los segmentos de la sociedad estadounidense. Su mensaje penetró, y para su suerte, contó con el hecho de que la velocidad con que viaja la información en las redes sociales, es difícil distinguirla entre la realidad o la ficción.
Solo nos basta ver un cartel que diga; “Todo es relativo. Se inventan historias todo el tiempo, ya no existe la verdad”
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