Todo el proceso que se ha desatado en aras de lograr
el derrocamiento del gobierno revolucionario que lidera Nicolás Maduro;
expresado en un conjunto de hechos muy concretos, como por ejemplo; el lobby
internacional que hacen muchos dirigentes oposicionistas, bien para buscar
recursos económicos o para procurar una intervención militar o una especie de
boicot sobre Venezuela.
Así también las expresiones concretas de lo que ocurre
a lo interno del país. Promoción del caos y exaltación del mismo; las
guarimbas, paralización de las universidades, aniquilación selectiva de
dirigentes revolucionarios (Danilo Anderson, Eliécer Otaiza, Robert Serra y el
mismo Hugo Chávez a quien creemos haber sido victima de una inoculación del
cáncer)
Últimamente las recetas están a la orden del día. Si
hay chikungunya, como por arte de magia se desaparece el acetaminofén. Como la
idea es hacer que la población crea que el sistema de salud del país está por
el suelo, entonces también se acaparan y desaparecen insumos médicos.
Verbigracia, los tres galpones llenos de insumos médicos descubiertos en Las
Tejerías, con capacidad para abastecer a los hospitales del país por un lapso
de seis meses aproximadamente.
De los anaqueles de los súper mercados se desaparecieron el arroz y la
harina pan que elaboran las Empresas Polar y el grupo de empresas del señor
Mendoza, más sin embargo, la cerveza polar no deja de estar a la disposición de
cualquier consumidor. Hasta en los más recónditos lugares; cerros, barrios y
caseríos, se encuentra la presencia de la cerveza polar.
Venezuela está en boga. Desde Miami se promueve el
desprestigio más atroz contra la patria y a la ciudadanía se le inyecta el odio
más feroz por su propia tierra. Como que el mundo fuera un paraíso y Venezuela
la puerta del infierno.
A lo interno se promueve el exilio voluntario. Hay
toda una campaña que busca motivar el peregrinaje de venezolanos por el mundo.
Tal como que Venezuela fuera una quimera; en la expresión de la mitología
griega del monstruo de tres cabezas que vomitaba llamas.
El proyecto por acabar con La Revolución Bolivariana
toca hasta lo absurdo. Sus promotores no escatiman esfuerzos y cualquier
palestra es buena para vociferar cualquier aspecto negativo de Venezuela. Hasta
El presidente de los EE.UU, Barak Obama, en su reciente intervención en la ONU;
cual policía del mundo y como que EE.UU fuera el paladín de la justicia,
criticó la detención de Leopoldo López en Venezuela; como que el mundo no
tuviera mayores problemas y como que los EEUU no fueran responsables de casi
todos los conflictos bélicos que hay en el mundo; de muertes y de violaciones
fragrantes a los DD.HH. Cabe mencionar la cárcel de Guantánamo, donde se ha
dejado colar a la opinión pública tratos crueles e inhumanos a sus detenidos. Hombres
desnudos y encadenados como perros, a parte de un aislamiento total con mundo
exterior.
Es común ver en el metro o cualquier plaza pública de
Caracas a actores que desarrollan toda su teatralidad, fingiendo ser ciudadanos
comunes, pero con un mensaje incitador y con una gran carga de decepción por el
país.
Hasta hace poco toda una campaña internacional que
acompañaba la propuesta política de La Salida, liderada por María Corina
Machado y el partido de derecha Voluntad Popular, hizo famosa la expresión de S.O.S
por Venezuela, donde actores y actrices mexicanas se sumaron con su clamor. Sin
embargo, hacen silencio ante la desaparición de 43 estudiantes mexicanos. Quizás
ni se han enterado.
Unidad, unidad y más unidad es la necesidad que brota
de las fuerzas revolucionarias. Aquí no hay que llamarse a engaños. Los
sectores más radicales y reaccionarios de la oposición Venezolana son los que
lideran el accionar de las fuerzas contrarias al proyecto de país planteado por
Chávez y continuado por Maduro.
Ellos han decidido sumar en la contribución de que
impere el caos para justificar reacciones y planes fuera del marco
constitucional. Todos tienen clara la tarea. Desde el que escribe en un periódico,
el que habla en la radio, el que está en la cola para comprar algo; el artista,
el deportista, el dirigente político. Todos están haciendo su aporte. Y por
otro lado, los estudiantes que no les importan la pérdida del semestre; las
guarimbas, los cierres de calles, el contrabando, el acaparamiento. En fin, el
caos total. Todo para justificar cualquier aventura de Los patriotas que no
tienen patria.
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