lunes, 30 de marzo de 2015

EL ESTADO COMUNAL

No es nueva, para nada, la concepción del Estado Comunal, expresada por El Comandante Hugo Chávez.
Han sido diversas las experiencias, debidamente documentadas, que nos dan conocimiento de que ciertamente son posible los niveles de organización del pueblo; de la gente, de los ciudadanos, más allá de las estructuras Estadales o gubernamentales tradicionales.
Si bien La Revolución Francesa (1789-1799), abre  para el nuevo mundo toda una teorización organizativa; con expresiones concretas de instancias alternativas y de base verdaderamente popular; como La Comuna de París por ejemplo; como ayer, todavía hoy retumba aquella expresión de Carlos Marx cuando pregunta; “Que es La Comuna, esa esfinge que tanto atormenta a los espíritus burguesas?
Aun hoy sigue siendo así. La burguesía; esa suerte de ciudadanos portadores de una “distinción”; de clase social superior, le ha temido históricamente a todo lo que significa organización popular, pues, si un privilegio los distingue es que todo viene a ellos por añadidura de clase social. La clase social superior da por si misma una suerte de privilegios y distinciones que nada tienen que ver con lo popular.
La Comuna es una forma de gobierno de abajo hacía arriba. Es un mecanismo incluyente, que se nutre de la fuerza que emana de la organización de la gente común; los anónimos, los sin rostro, los que sudan a diario por el pan de cada día, los que viven en desventajas ante los que si pueden, ante los que si tienen.
La Comuna es descubrir el poder del pueblo, en la organización conciente de la gente. Entendiendo pueblo, como concepto político y no geográfico. Pues, Las Comunas son, esencialmente, no hay que negarlo, una expresión política contestaría; es un sistema de gobierno de los de abajo, que a la vez que contestatario es subversivo y revolucionario.
Es una forma de gobierno que convoca el espíritu de los comunes, pero también el deseo de generar una mejor convivencia a partir de nuevas reglas de juego. Es la democratización de la vida de los de abajo.
Hay expresiones de Gobierno Comunal que la historia registra como experiencias concretas, en un plano real, que muy bien pueden servir para demostrar que cuando la gente se organiza concientemente, puede convertirse en un verdadero poder. He allí por ejemplo Los Sóviets, en Rusia. El alto nivel organizativo que alcanzó la clase obrera Rusa que posteriormente se convirtió en la expresión del Poder Popular.
Caso similar la Comuna de Chiliying en China, inspirada por toda esa trayectoria de lucha de Mao Tse-Tung (citada por El Comandante Chávez en el 2009 en El Teresa Carreño), donde se da cuenta del proceso de conformación y funcionamiento del ordenamiento, producción y administración de la economía colectivizada y socialista en China.
Y así como esas expresiones de organización y de poder popular se pudieran citar también lo que ha alcanzado El Ejercito Zapatista de Liberación Nacional en México con Las Caracolas y Junta de Buen Gobierno, concretamente en la zona indígena de Chiapas.

De tal manera que cobra validez histórica, vigencia y necesidad impostergable, el que en Venezuela empujemos hacía Estado Comunal. Es la única forma de lograr una verdadera unidad popular. De abajo hacía arriba. Desde nuestras costumbres y tradiciones, desde nuestra conciencia y nuestros valores, desde nuestra estirpe de pueblo guerrero y libertario.

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