miércoles, 24 de junio de 2015

UN SOLDADO LLAMADO "MEMES"

   Si una cosa ha traído consigo la modernidad; los avances científicos y tecnológicos, es precisamente, la modernización de la guerra. Y como sea que en el mundo todo ha crecido, la beligerancia y la opinión pública se han convertido en una especie de juez omnipresente, esto ha obligado a quienes impulsan guerras de conquista y de dominación, a trasladar el campo de batalla a un escenario, hasta ahora, inimaginable: la mente del ser humano.

   Bueno, en verdad ya Carlos Marx nos habló en su teoría de La Alienación; una especie de engaño que busca inducir al ser humano a unos estadios de sumisión, conformismo y pérdida del sentido critico, capaces de aceptar la dominación en el marco de la lucha de clases sociales, para someterse dócilmente a la explotación del hombre por el hombre. De como la mente del ser humano influye sin dudas en los acontecimientos de una sociedad. En cuanto se transgrede sus estados de normalidad.

   Ahora la guerra es virtual. Se maneja satelitalmente. Se juega al engaño. Como en la película Matrix, se busca impactar la mente humana. Virtualmente se pretende instalar una especie de chip en cada cerebro, para lograr distorsionar el sano juicio y sano criterio de las personas.

   Ya desde hace tiempo se vienen desmontando muchas mentiras. De La Guerra de Las Gaxalias y de la conquista del espacio, ahora hay dudas de si es verdad o no, que el hombre haya ido a la luna. Para muchos la llamada Área 51, ubicada en Roswell, Nuevo México, fue el escenario que Los EEUU utilizaron para justificar la presencia de extraterrestres. Cuando en verdad se dice que los supuestos extraterrestres no son más que prisioneros japoneses sometidos a experimentos con radiación.

   Igual se dice del derribo de Las Torres Gemelas ocurrida el 11 de septiembre de 2001. Todo parece un gran mentira para justificar, posteriormente, la lucha antiterrorista en el mundo, lo cual le daría a EEUU la posibilidad de convertirse en El Policia Del Mundo.

   Y no son poca cosa las denuncias hechas por Edward Snowden, antiguo empleado de la CIA, a los periódicos The Guardian y The Washington Post, de documentos clasificados como Alto Secreto, sobre varios programas de la NSA, incluyendo los programas de vigilancia masiva PRISM y XKeyscore.

   Y que no decir del llamado Club Bilderberg, que a juicio de Daniel Estulin (ex agente de la KGB), "es la sociedad secreta más poderosa del mundo". O de que Google es el mayor banco de información que utiliza el gobierno de los EEUU para ejercer su poder y su hegemonía en el mundo.

   Lo mismo ocurre con Wikileaks y Julian Assange, que en opinión de algunas personas; "representa un cambio en el status quo, una interferencia internacional y no corporativa en el negocio de la información"

   Y es que en el marco de toda esta realidad mundial, Venezuela no es ajena a estos acontecimientos. Muy por el contrario, nuestro país, y La Revolución Bolivariana propiamente, son un peligro para los planes que tienen para el mundo, los centros imperiales del poder.

   Recientemente se ha denunciado que en Venezuela se desarrolla una "Guerra de Contacto Inteligente". Mensajes que son repetidos por las llamadas Redes Sociales, de manera metódica y sistemática, con el objeto de generar angustia, miedo, nerviosismo, inseguridad, para generar estados depresivos y generar las condiciones para que en Venezuela haya un estallido social y pueda la burguesía y los sectores apátridas, acabar con La revolución.

   Sin duda que lo que se plantea es mucha conciencia patria. Mucha unidad y fortaleza revolucionaria. Por fortuna a los venezolanos nos asiste la herencia y la historia de nuestros libertadores. Y sin dudas, el legado inmenso; de rebeldía, de patriotismo e irreverencia, de Hugo Chávez Frías. El Comandante.


miércoles, 17 de junio de 2015

EL LLANTO DE POLEO


   El último artículo publicado por Rafael Poleo en La revista ZETA, titulado; "El Club del Noveno Círculo", reafirma; desde su perspectiva por supuesto; anti revolucionaria y anti patria, lo que constantemente dice y declara El presidente revolucionario, Nicolás Maduro, en el sentido de que Venezuela es objeto de una conspiración, tanto de la burguesía criolla como de algunos centros imperiales. Y es que el proceso político que vive Venezuela, más allá de todo estigma, ante la crisis global de la esperanza y de la dignidad humana, es una expresión cierta de que es en el hombre; en lo humano, en el humanismo, donde esta el futuro de la especie. He allí el peligro que representamos, pues, la terquedad de creer en nosotros mismos, es algo que no nos perdonan.

   De Rafael Poleo sabemos que vive en Miami, en un exilio voluntario, y que desde allá arremete a diario contra nuestro propio país. No obstante que de lo que le producen sus dos empresas más importantes (La Revista ZETA y El Diario "El Nuevo País"), que circulan libremente por todo el territorio, es lo que le permiten el sustento a él y a su familia.

   Desde lo que él califica como "Nuevas crónicas trashumantes", desde El Péndulo, todas las semanas desliza, bajo supuestos análisis objetivos de la realidad nacional, lo que él considera como, el descalabro del país.

   Decía Poleo en una oportunidad; dejando ver su concepción del ejercicio de la política, que la verdadera política no era la que se hacía en los grandes mitines, sino la que se hacía o se hace, sin el estomago. Según entendemos, es esa política que encierra miserias, bajezas, deslealtades, traiciones, mentiras.

   Es el mismo ejercicio político que le enseñó a él su cercanía con muchos presidentes y lideres de la llamada Partidocracía o Cuarta República, como Rómulo Betancourt o Carlos AndrésPérez. Los cuales, como ha quedado demostrado hoy, sustentaban sus liderazgos en la negociación, pactos y acuerdos que muchas veces comprometieron el bienestar y el futuro de La República. Acaso que fue El Pacto de Punto Fijo?, por ejemplo.

   Oportuno preguntarse, donde estaban las opiniones de Rafael Poleo cuando Rómulo Betancourt ordenó; "disparar primero y averiguar después"? Que de paso se convirtió en política de Estado.

   Fue sin dudas Rafael Poleo un hombre muy cercano al poder en Venezuela. Una especie de invitado especial a los saraos y banquetes que aquí daba el nuevo riquismo que nació después de la caída de marcos Pérez Jiménez.

   Y hasta se arrecha en su último artículo; "El Club del Noveno Círculo", cuando dice, que; "Pudiera seguir, pero me da flojera abrirle los ojos a los imbéciles...". Los imbéciles son los opositores, los escuálidos, los de la MUD.

   Para Poleo "El Noveno Circulo" queda en el infierno. Según él Míster Dánger viene a hacer justicia en venezuela. Termina su artículo diciendo; "Chao. Voy a llorar un poco".
   
   Sin dudas que Rafael Poleo no conoce otra forma de hacer política que la que ya expresamos. para el resto de los venezolanos; concretamente para el pueblo (el pueblo como concepto político. Ya lo hemos dicho antes), hemos conocido a través de Hugo Chávez una reinvención de la política. es decir, una forma honesta de hacer política; hablándole claro a la gente, desmitificando lo complejo, dejando a un lado las poses o posturas falsas, integrando a la gente, explicando los planes de acción con la clara honestidad de que se entiendan para que se integren la mayoría de las personas, sensibilizando a los dirigentes con el sentir del pueblo y su gente. Y lo más importante, la ruptura de dogmas y de paradigmas que más bien distancian a los dirigentes, del pueblo.
   
   La burguesía no quería a Chávez por su berruga, por sus facciones de indio, pero sobre todo, por que le hablaba claro al pueblo y temían que ocurriera lo que luego ocurrió; que el pueblo despertara y decidiera ser libre y soberano.
   
    No nos importa el llanto de Poleo. Pues, de sobra sabemos que él no llora por Venezuela. En verdad su llanto es por que su puesto en primera clase ahora lo ocupan los choluos y la gente sencilla del pueblo, que hasta ayer, no tenían rostro. 

    "A otro perro con eso hueso"
     
   
   
   

miércoles, 10 de junio de 2015

LA OTRA GUERRA


   El Debate político en Venezuela; impulsado sin dudas por la cruenta expresión de la lucha de clases sociales que se da en la sociedad, obliga a los sectores pequeño burgueses a emplearse a fondo en su lucha por derrocar al gobierno revolucionario. Desde el empleo de la violencia hasta el desarrollo de la guerra psicológica, como armas de lucha, son empleadas a fondo para ganar la contienda.
   La llamada Guerra de Cuarta Generación, o Guerra No Convencional, se desarrolla en un campo de batalla distinto a las trincheras y a las barricadas. No hay bombas ni ametralladoras. No hay muertos ni sangre derramada. Las victimas de sus ataques padecen de sumisión, de conformismo, de resignación. Una especie de sociopatía social; de alienación en alto grado, que logra la sumisión total a lo establecido.
   Las victimas de esta guerra son todas esas gentes que deambulan en la cotidianidad, y que sin saberlo muchas veces, asumen como verdad lo que desde los grandes laboratorios de guerra psicológica se les vende como verdad irrefutable. Verbigracia, los muchos venezolanos que viven en el exilio voluntario sintiéndose perseguidos por un "régimen" opresor y "dictatorial". 
   Otro ejemplo que puede ilustrar este fenómeno es el odio irracional que padecen muchos venezolanos ante todo aquello que le huele a chavismo. Odio este que les borra toda capacidad de ubicarse en un plano de respeto y de aceptación del otro (de los seres humanos)
   La muerte del Comandante Chávez puede estar enmarcada en esta perspectiva de La Guerra de Cuarta Generación. A él era necesario eliminarlo. Pues, su solo presencia era un grave problema para quienes dirigen esta guerra. Chávez revivió la esperanza de que otro mundo si es posible, y con él nuevamente se activaban las utopías, los sueños y las esperanzas.
   El siglo XXI había entrado arropado por la resignación y por el fin de las ideas. Nos trajo la sensación de que habíamos llegado a un abismo. El Modo de Producción Capitalista imponía todos sus postulados. No tenía enemigos visibles, solo que no previeron que desde los escombros surgiría el liderazgo de Hugo Chávez. Un hombre que desde lo sencillo le empezó a hablar al mundo y a gritarle sus verdades; incluso en sus propios escenarios, en su propio terreneo. Empezó a decir que "si el clima fuera un banco ya lo hubieran salvado" y agarró la bandera de los pobres; de los descamizados, de los invisibilizados de siempre y los hizo protagonistas de la esperanza. Por eso había que eliminarlo fisicamente. Por que significaba mucho.
   La guerra psicológica a la que estamos sometidos no tiene piedad. Grandes mentiras se venden como grandes verdades. En muchos casos, subestimando al pueblo. Y es que ha sido tanto el bombardeo que ya este pueblo ha aprendido. Nuestro pueblo no vive de marketing, de imágenes maquilladas, ni de fhotoshop. La gente dejo de ser pendeja y aprendió a mirar a los ojos.
   Con Chávez aprendimos a buscar en las estadísticas a los desempleados, al que le faltaba la vivienda, a los enfermos, a los discapacitados, al que quería estudiar y no lo había podido hacer, a los tercerizados (una forma más elegante de la explotación del hombre por el hombre)
   Por culpa de Chávez (y de eso fui testigo directo), se tomó al Estado Miranda como ciudad piloto, y se visitó casa por casa para atender primeramente (y luego hacer una base estadística), de las personas discapacitadas que hay en cada hogar, en cada barrio o caserío. Personas necesitadas de prótesis, de operaciones, de tratamiento médico, etc Una labor hermosa por lo demás.
   Por eso no entendemos a quienes desde la preclaridad del pensamiento se empeñan en filosofar (más bien criticar); no creo que ingenuamente, en el marco de esta lucha de clases sociales, a quienes asumen las banderas reivindicativas del pueblo y sus luchas. Y no es que hablan de la auto-critica. Pues, uno se auto, cuando se milita en lo que se critica. No cuando se habla de la acera de enfrente.
   Venezuela y su pueblo (el pueblo siempre visto y definido como concepto político), representan mucho para esta humanidad. por allí anda la esperanza, por allí anda
   

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miércoles, 3 de junio de 2015

MAREA SOCIALISTA NAVEGA HACÍA LA OTRA ACERA

   Con todos los defectos, fallas o errores que puedan haber dentro del proceso revolucionario que lidera Nicolás Maduro, y que sin dudas, marcha sobre los designios y el legado del Comandante Chávez;  los sectores progresistas, revolucionarios y concientes de este país, y del continente todo, no pueden perder las perspectivas del significado que tiene el proceso político que se vive en Venezuela.
   Si bien, la critica como herramienta de crecimiento en el debate que se debe datar hacía adentro del proceso, no la podemos desechar ni descalificar, no es menos cierto que debemos sopesar la incidencia de esta en el marco de una coyuntura, que por momentos pareciera que no es bien interpretada por quienes se ubican en una permanente crítica al proceso político. Más aun cuando muchos de estos personeros, hasta hace poco, ocuparon cargos de responsabilidad gubernamental.
   El hecho de que muchos de estos críticos, filósofos u opinadores, hayan ocupado cargos importantes en el gobierno revolucionario, ha de haberles dado, al menos, la posibilidad de conocer, tal como lo brinda el ser parte del llamado Alto Gobierno, los planes y artimañas de los cuales se valen los enemigos del proceso, para acabar con La Revolución Bolivariana. Lejos de eso, lo que hacen en sumarse a la caravana opositora; con otro lenguaje, con otro discurso, desde otra trinchera y con posturas engañosas.
   El Comandante Chávez decía en una oportunidad, sobre esa gente que vivían militando en el camino revolucionario, pero que parce que nunca se plantearon seriamente el asunto del poder. Es decir, la posibilidad cierta de ser gobierno algún día, de estar al frente del Estado. O al menos, de definir, desde una perspectiva de Poder real, la concepción de Estado más cónsona con su práctica revolucionaria.
   Así como El Che decía que la posibilidad real de morir los golpeaba a todos, en un momento determinado de la lucha revolucionaria. Así debieron sentir los que hoy se rasgan las vestiduras desde la crítica, en cuanto a sentir, al menos alguna vez, la posibilidad real de hacerse del poder político.
   El llamado movimiento Marea Socialista; que quieren hacerse parecer como el ala más radical del chavismo, extrañamente, guarda silencio ante la llamada Guerra Económica, no dicen nada del intervencionismo norteamericano en los asuntos de Venezuela; financiamiento, espionaje, bases militares, etc. Y mucho menos dicen nada ante los ataques constantes de los sectores más apátridas y radicales de la oposición venezolana. Dicho sea de paso, se alinean del lado equivocado en el marco de la lucha de clases sociales que se desarrolla en Venezuela. Pues, si bien es fundamental filosofar permanentemente, lo es también el lado pragmático de la política. Pero no de esa política de la que a juicio de Rafael Poleo se hace sin el estomago, sino de la política que se desarrolla en un tablero de ajedrez. La de saber mover las piezas; saber atacar, saber defenderse, sin subestimar nunca el valor de todas las piezas. @NicolasMaduro y @dcabellor, pueden explicarles un poquito de que se trata eso.
   Desde Marea Socialista se asumen preclaros; teóricos de un socialismo que no es este ni aquel, sino todo lo contrario. Filósofos de una filosofía que no escucha y no ve el cantar del pueblo; su lenguaje, su música y las mil expresiones culturales y plásticas que en cada rincón se nos presentan.
   A veces creo que Marea Socialista opina desde el Este de la ciudad. Quizás desde un centro comercial, en medio de una tertulia de café, hablando bajito para que no los oigan y disimulando ser escuálidos para no ser rechazados.
   Seguramente desde el Este están bajo mejor resguardo, así evitan que las palomas que pueblan La Plaza Bolívar les caguen las ideas, o las voces libres que se gritan en La Patana, perturben sus grandes ideas de socialismo: no el de aquí, pero tampoco el de allá.
   La critica de Marea Socialista olvida que mucha de las políticas que critican de este gobierno, son las mismas que ellos abanderaron cuando eran ministros y parte del gobierno chavista.
   Desde Marea Socialista callan por las bases militares que tienen los gringos en Colombia. Casi niegan la llamada Guerra Económica; el machaqueo, las guarimbas, los planes conspirativos, los asesinatos. Hay una “ingenuidad” que su filosofía no logra ver.

   Las criticas de Marea Socialista, en esta coyuntura, más sirven a la derecha y a los sectores opositores, a la burguesía pues, que a la revolución.

UN GIRO A LA DERECHA

        Hay compañeros que viven en una permanente crítica al gobierno bolivariano. Son implacables, severos y constantes en sus críticas. T...