miércoles, 3 de junio de 2015

MAREA SOCIALISTA NAVEGA HACÍA LA OTRA ACERA

   Con todos los defectos, fallas o errores que puedan haber dentro del proceso revolucionario que lidera Nicolás Maduro, y que sin dudas, marcha sobre los designios y el legado del Comandante Chávez;  los sectores progresistas, revolucionarios y concientes de este país, y del continente todo, no pueden perder las perspectivas del significado que tiene el proceso político que se vive en Venezuela.
   Si bien, la critica como herramienta de crecimiento en el debate que se debe datar hacía adentro del proceso, no la podemos desechar ni descalificar, no es menos cierto que debemos sopesar la incidencia de esta en el marco de una coyuntura, que por momentos pareciera que no es bien interpretada por quienes se ubican en una permanente crítica al proceso político. Más aun cuando muchos de estos personeros, hasta hace poco, ocuparon cargos de responsabilidad gubernamental.
   El hecho de que muchos de estos críticos, filósofos u opinadores, hayan ocupado cargos importantes en el gobierno revolucionario, ha de haberles dado, al menos, la posibilidad de conocer, tal como lo brinda el ser parte del llamado Alto Gobierno, los planes y artimañas de los cuales se valen los enemigos del proceso, para acabar con La Revolución Bolivariana. Lejos de eso, lo que hacen en sumarse a la caravana opositora; con otro lenguaje, con otro discurso, desde otra trinchera y con posturas engañosas.
   El Comandante Chávez decía en una oportunidad, sobre esa gente que vivían militando en el camino revolucionario, pero que parce que nunca se plantearon seriamente el asunto del poder. Es decir, la posibilidad cierta de ser gobierno algún día, de estar al frente del Estado. O al menos, de definir, desde una perspectiva de Poder real, la concepción de Estado más cónsona con su práctica revolucionaria.
   Así como El Che decía que la posibilidad real de morir los golpeaba a todos, en un momento determinado de la lucha revolucionaria. Así debieron sentir los que hoy se rasgan las vestiduras desde la crítica, en cuanto a sentir, al menos alguna vez, la posibilidad real de hacerse del poder político.
   El llamado movimiento Marea Socialista; que quieren hacerse parecer como el ala más radical del chavismo, extrañamente, guarda silencio ante la llamada Guerra Económica, no dicen nada del intervencionismo norteamericano en los asuntos de Venezuela; financiamiento, espionaje, bases militares, etc. Y mucho menos dicen nada ante los ataques constantes de los sectores más apátridas y radicales de la oposición venezolana. Dicho sea de paso, se alinean del lado equivocado en el marco de la lucha de clases sociales que se desarrolla en Venezuela. Pues, si bien es fundamental filosofar permanentemente, lo es también el lado pragmático de la política. Pero no de esa política de la que a juicio de Rafael Poleo se hace sin el estomago, sino de la política que se desarrolla en un tablero de ajedrez. La de saber mover las piezas; saber atacar, saber defenderse, sin subestimar nunca el valor de todas las piezas. @NicolasMaduro y @dcabellor, pueden explicarles un poquito de que se trata eso.
   Desde Marea Socialista se asumen preclaros; teóricos de un socialismo que no es este ni aquel, sino todo lo contrario. Filósofos de una filosofía que no escucha y no ve el cantar del pueblo; su lenguaje, su música y las mil expresiones culturales y plásticas que en cada rincón se nos presentan.
   A veces creo que Marea Socialista opina desde el Este de la ciudad. Quizás desde un centro comercial, en medio de una tertulia de café, hablando bajito para que no los oigan y disimulando ser escuálidos para no ser rechazados.
   Seguramente desde el Este están bajo mejor resguardo, así evitan que las palomas que pueblan La Plaza Bolívar les caguen las ideas, o las voces libres que se gritan en La Patana, perturben sus grandes ideas de socialismo: no el de aquí, pero tampoco el de allá.
   La critica de Marea Socialista olvida que mucha de las políticas que critican de este gobierno, son las mismas que ellos abanderaron cuando eran ministros y parte del gobierno chavista.
   Desde Marea Socialista callan por las bases militares que tienen los gringos en Colombia. Casi niegan la llamada Guerra Económica; el machaqueo, las guarimbas, los planes conspirativos, los asesinatos. Hay una “ingenuidad” que su filosofía no logra ver.

   Las criticas de Marea Socialista, en esta coyuntura, más sirven a la derecha y a los sectores opositores, a la burguesía pues, que a la revolución.

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