El Debate político en Venezuela; impulsado sin dudas por la cruenta expresión de la lucha de clases sociales que se da en la sociedad, obliga a los sectores pequeño burgueses a emplearse a fondo en su lucha por derrocar al gobierno revolucionario. Desde el empleo de la violencia hasta el desarrollo de la guerra psicológica, como armas de lucha, son empleadas a fondo para ganar la contienda.
La llamada Guerra de Cuarta Generación, o Guerra No Convencional, se desarrolla en un campo de batalla distinto a las trincheras y a las barricadas. No hay bombas ni ametralladoras. No hay muertos ni sangre derramada. Las victimas de sus ataques padecen de sumisión, de conformismo, de resignación. Una especie de sociopatía social; de alienación en alto grado, que logra la sumisión total a lo establecido.
Las victimas de esta guerra son todas esas gentes que deambulan en la cotidianidad, y que sin saberlo muchas veces, asumen como verdad lo que desde los grandes laboratorios de guerra psicológica se les vende como verdad irrefutable. Verbigracia, los muchos venezolanos que viven en el exilio voluntario sintiéndose perseguidos por un "régimen" opresor y "dictatorial".
Otro ejemplo que puede ilustrar este fenómeno es el odio irracional que padecen muchos venezolanos ante todo aquello que le huele a chavismo. Odio este que les borra toda capacidad de ubicarse en un plano de respeto y de aceptación del otro (de los seres humanos)
La muerte del Comandante Chávez puede estar enmarcada en esta perspectiva de La Guerra de Cuarta Generación. A él era necesario eliminarlo. Pues, su solo presencia era un grave problema para quienes dirigen esta guerra. Chávez revivió la esperanza de que otro mundo si es posible, y con él nuevamente se activaban las utopías, los sueños y las esperanzas.
El siglo XXI había entrado arropado por la resignación y por el fin de las ideas. Nos trajo la sensación de que habíamos llegado a un abismo. El Modo de Producción Capitalista imponía todos sus postulados. No tenía enemigos visibles, solo que no previeron que desde los escombros surgiría el liderazgo de Hugo Chávez. Un hombre que desde lo sencillo le empezó a hablar al mundo y a gritarle sus verdades; incluso en sus propios escenarios, en su propio terreneo. Empezó a decir que "si el clima fuera un banco ya lo hubieran salvado" y agarró la bandera de los pobres; de los descamizados, de los invisibilizados de siempre y los hizo protagonistas de la esperanza. Por eso había que eliminarlo fisicamente. Por que significaba mucho.
La guerra psicológica a la que estamos sometidos no tiene piedad. Grandes mentiras se venden como grandes verdades. En muchos casos, subestimando al pueblo. Y es que ha sido tanto el bombardeo que ya este pueblo ha aprendido. Nuestro pueblo no vive de marketing, de imágenes maquilladas, ni de fhotoshop. La gente dejo de ser pendeja y aprendió a mirar a los ojos.
Con Chávez aprendimos a buscar en las estadísticas a los desempleados, al que le faltaba la vivienda, a los enfermos, a los discapacitados, al que quería estudiar y no lo había podido hacer, a los tercerizados (una forma más elegante de la explotación del hombre por el hombre)
Por culpa de Chávez (y de eso fui testigo directo), se tomó al Estado Miranda como ciudad piloto, y se visitó casa por casa para atender primeramente (y luego hacer una base estadística), de las personas discapacitadas que hay en cada hogar, en cada barrio o caserío. Personas necesitadas de prótesis, de operaciones, de tratamiento médico, etc Una labor hermosa por lo demás.
Por eso no entendemos a quienes desde la preclaridad del pensamiento se empeñan en filosofar (más bien criticar); no creo que ingenuamente, en el marco de esta lucha de clases sociales, a quienes asumen las banderas reivindicativas del pueblo y sus luchas. Y no es que hablan de la auto-critica. Pues, uno se auto, cuando se milita en lo que se critica. No cuando se habla de la acera de enfrente.
Venezuela y su pueblo (el pueblo siempre visto y definido como concepto político), representan mucho para esta humanidad. por allí anda la esperanza, por allí anda
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