El último artículo publicado por Rafael Poleo en La revista ZETA, titulado; "El Club del Noveno Círculo", reafirma; desde su perspectiva por supuesto; anti revolucionaria y anti patria, lo que constantemente dice y declara El presidente revolucionario, Nicolás Maduro, en el sentido de que Venezuela es objeto de una conspiración, tanto de la burguesía criolla como de algunos centros imperiales. Y es que el proceso político que vive Venezuela, más allá de todo estigma, ante la crisis global de la esperanza y de la dignidad humana, es una expresión cierta de que es en el hombre; en lo humano, en el humanismo, donde esta el futuro de la especie. He allí el peligro que representamos, pues, la terquedad de creer en nosotros mismos, es algo que no nos perdonan.
De Rafael Poleo sabemos que vive en Miami, en un exilio voluntario, y que desde allá arremete a diario contra nuestro propio país. No obstante que de lo que le producen sus dos empresas más importantes (La Revista ZETA y El Diario "El Nuevo País"), que circulan libremente por todo el territorio, es lo que le permiten el sustento a él y a su familia.
Desde lo que él califica como "Nuevas crónicas trashumantes", desde El Péndulo, todas las semanas desliza, bajo supuestos análisis objetivos de la realidad nacional, lo que él considera como, el descalabro del país.
Decía Poleo en una oportunidad; dejando ver su concepción del ejercicio de la política, que la verdadera política no era la que se hacía en los grandes mitines, sino la que se hacía o se hace, sin el estomago. Según entendemos, es esa política que encierra miserias, bajezas, deslealtades, traiciones, mentiras.
Es el mismo ejercicio político que le enseñó a él su cercanía con muchos presidentes y lideres de la llamada Partidocracía o Cuarta República, como Rómulo Betancourt o Carlos AndrésPérez. Los cuales, como ha quedado demostrado hoy, sustentaban sus liderazgos en la negociación, pactos y acuerdos que muchas veces comprometieron el bienestar y el futuro de La República. Acaso que fue El Pacto de Punto Fijo?, por ejemplo.
Oportuno preguntarse, donde estaban las opiniones de Rafael Poleo cuando Rómulo Betancourt ordenó; "disparar primero y averiguar después"? Que de paso se convirtió en política de Estado.
Fue sin dudas Rafael Poleo un hombre muy cercano al poder en Venezuela. Una especie de invitado especial a los saraos y banquetes que aquí daba el nuevo riquismo que nació después de la caída de marcos Pérez Jiménez.
Y hasta se arrecha en su último artículo; "El Club del Noveno Círculo", cuando dice, que; "Pudiera seguir, pero me da flojera abrirle los ojos a los imbéciles...". Los imbéciles son los opositores, los escuálidos, los de la MUD.
Para Poleo "El Noveno Circulo" queda en el infierno. Según él Míster Dánger viene a hacer justicia en venezuela. Termina su artículo diciendo; "Chao. Voy a llorar un poco".
Sin dudas que Rafael Poleo no conoce otra forma de hacer política que la que ya expresamos. para el resto de los venezolanos; concretamente para el pueblo (el pueblo como concepto político. Ya lo hemos dicho antes), hemos conocido a través de Hugo Chávez una reinvención de la política. es decir, una forma honesta de hacer política; hablándole claro a la gente, desmitificando lo complejo, dejando a un lado las poses o posturas falsas, integrando a la gente, explicando los planes de acción con la clara honestidad de que se entiendan para que se integren la mayoría de las personas, sensibilizando a los dirigentes con el sentir del pueblo y su gente. Y lo más importante, la ruptura de dogmas y de paradigmas que más bien distancian a los dirigentes, del pueblo.
La burguesía no quería a Chávez por su berruga, por sus facciones de indio, pero sobre todo, por que le hablaba claro al pueblo y temían que ocurriera lo que luego ocurrió; que el pueblo despertara y decidiera ser libre y soberano.
No nos importa el llanto de Poleo. Pues, de sobra sabemos que él no llora por Venezuela. En verdad su llanto es por que su puesto en primera clase ahora lo ocupan los choluos y la gente sencilla del pueblo, que hasta ayer, no tenían rostro.
"A otro perro con eso hueso"
Por más que repitan mentiras, ni Poleo ni ningún otro pasquín de pelucones harán mella en la voluntad revolucionaria del pueblo Venezolano. ¡No volverán!
ResponderEliminarPorque bastante gente clara hay, como usted camarada, y bastante cojones hay.
Gracias por compartir su artículo.