Si en algún momento
ha dolido la derrota; “como un latigazo en el espinazo”, ha sido en ese preciso
momento en que el país entero vio a Henry Ramos Allup levantar su mano y
autoproclamarse Presidente de La Asamblea Nacional (AN). No juró sobre la
biblia y mucho menos sobre La Constitución. Fue como que el año 2002 se
dibujara sobre el recuerdo colectivo, aquel día, cuando un grupo de forajidos
tomó el poder por breves instantes e impusieron un golpe de Estado.
Del Salón Ayacucho
desprendieron y ocultaron a Bolívar; como que si alguien en este mundo es capaz de ocultar la
genialidad gigante del ser más grande que ha parido esta patria. Tamaño error.
Y lo más triste es que hay muchos que creen que Bolívar está muerto.
En el año 2002
tomaron el poder por la fuerza y hasta Allan Brewer Carias, insigne
constitucionalista, no escatimó y no le importó echar por tierra su reputación.
Claro, los dólares eran más. Por allí quedó para la historia el borrador de su manuscrito.
Ese día fue un día
triste; de profunda indignación patria, cuando presenciamos tan
bochornosos momentos. Y el pueblo se desbordó en menos de lo esperado, trajo en
hombros nuevamente a Chávez. Bueno, era Chávez el hombre, pero en verdad era la
dignidad, la valentía, la rebeldía hecha pueblo, pero con Chávez en los
hombros.
Este 5E no es mucho
lo que ha cambiado. Ahora la burguesía ha decidido jugar a la democracia. Se
empleo a fondo en todas las herramientas. Sin creer en el pueblo, ni en el
arbitro. Sin creer en las instituciones o en las reglas, y así, ganó la mayoría
del parlamento.
La Embajada
norteamericana le rindió las debidas pleitesías a ramos Allup, y lo hizo
arribar al parlamento en senda camioneta con placa diplomática y todo. Como
para que no quede dudas.
Por otra parte CNN
en Español se encargó de difundir, en cadena nacional e internacional; con su
periodista estrella ataviada con chaleco antibalas y todo, el mensaje de que la
derecha sigue ganando espacios en el continente. El show de la fuerza del
Cambio.
Desde Argentina,
Macri, ejecuta, sin desparpajos; sin inmutarse, sin ningún tipo de vergüenza,
el plan de la oligarquía. Que los de aquí ven con agrado, por que
definitivamente ellos no gobiernan para el pueblo (y decir pueblo; no nos
cansaremos de repetirlo, es decir desde la concepción marxista de la historia;
la clase social más desposeída y explotada de la sociedad). Ellos no vienen
para reivindicar al pueblo y sus luchas. Vienen para garantizar el control
total de las riquezas y de los recursos.
Tampoco fue casual
la presencia del Nuncio Apostólico o Nuncio Papal en el acto de instalación de
La Asamblea Nacional. Su presencia es más que un matiz. Con él se busca
legitimar el engaño que se ha empezado a gestar.
El cambio ofrecido
no es tal. Es un simple slogan. Era un simple discurso que servia para
completar todo lo demás. La escasez, las colas, el desabastecimiento y toda esa
verborrea y atrocidades que se creo con la llamada Guerra Económica.
Hubo todo un plan
bien orquestado. Los laboratorios de guerra sucia se activaron. Se estudiaron y
se aplicaron todos los métodos. Desde el que se aplicó en Chile en contra de
Allende, hasta las enseñanzas que ofrece el filosofo estadounidense Gene Sharp,
a quien se le atribuye el término “polítical jiu-jits u”, que consiste en
derribar a tu oponente mediante un desequilibrio con una táctica política
estratégica o maniobra. De por allí vienen inspirados grupos pro nazis como El
Movimiento Javu de Lorent Saleh y el movimiento de La Salida, que lidero
Leopoldo López.
El 5E no fue una
casualidad. Sus resultados y todo el espectáculo al que asistimos. La burguesía
empezó a cosechar sus frutos. No obstante ellos siguen empeñados en subestimar
al pueblo y sus corrientes revolucionarias, clasistas y progresistas. Olvidan,
como decía Borges, que, “La derrota contiene una dignidad, que la victoria
ignora”
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