martes, 23 de febrero de 2016

Y SI CONSULTAMOS AL PUEBLO?

Ocurre que quienes no manejamos de primera mano los asuntos que derivan de La Alta Política y de las decisiones que se toman desde el Alto Gobierno; pero que sin embargo, militamos en él y compartimos los postulados que éste esgrime, suponemos que el gobierno, más que ningún otro actor político, está llamado a emplear todas las herramientas democráticas y jurídicas existentes para que el país, y la ciudadanía, resuelvan los problemas que los aquejan en el marco democrático y legal y evitar así salidas salomónicas y que burlen la voluntad popular. Toda vez que ha sido la población en edad de votar, quienes han llevado al Presidente Nicolás Maduro hasta la primera Magistratura.
La burguesía criolla y trasnacional y los sectores oposicionistas en general, para nada ocultan la necesidad que tienen de salir de Nicolás Maduro y de acabar con este modelo político, declarado enemigo de sus intereses.
Nunca han cesado en sus intenciones. Y nunca han escatimado en promover un golpe de Estado permanente. Utilizando todas las herramientas inimaginables. Incluso laboratorios de guerra psicológica, desde donde se busca impactar el criterio y el pensamiento de la ciudadanía.
El reciente triunfo electoral de la oposición venezolana le da una especie de “matiz” legal a su idea de siempre de sacar del gobierno al chavismo y en el caso concreto de hoy, a Nicolás Maduro. Y así tenemos un escenario entonces donde el gobierno bolivariano se empeña en solventar la crisis que aqueja al país, a la cual se suma; como cual visita inesperada, la estrepitosa baja de los precios del petróleo. Y por otro lado, a una oposición que prioriza como principal problema del país, la salida de Nicolás Maduro de Miraflores.
Por un lado, unos se empeñan en su renuncia, y últimamente debaten entre ellos que si revocatorio, que si enmienda constitucional, que si referéndum. Total, buscan darle legalidad al golpe de Estado, solo que ahora, con una mínima cuota de poder político, ocupan la palestra y la tribuna publica para esgrimir, con toda la verborrea inimaginable, que ha llegado la hora de la SALIDA (se acuerdan?), de Maduro.
Desde la derrota electoral en el seno del chavismo se han empezado a escuchar voces. De un lado y otro se dicen cosas. Ha habido una sacudida, y tal como que si nos hubieran puesto un hierro caliente en la piel, las fuerzas revolucionarias, progresistas y de avanzada, se han retorcido; unos de indignación, otros de dolor, otros de rabia. Quizás unos habrán abandonado el camino y otros seguramente habrán dudado, pero casi  cinco millones de venezolanos se manifestaron en consonancia al proceso bolivariano.
En tal sentido queremos tomarle la palabra al camarada y militante revolucionario José Ángel Marcano, quien plantea que El Presidente Nicolás Maduro debería tomarle la palabra “a estos desquiciados” y convocar La Enmienda por iniciativa Presidencial, con dos preguntas fundamentales: 1) ¿Estas de acuerdo con que El Periodo de Gobierno del Presidente de La República Bolivariana de Venezuela sea reducido a tres años?  Si o No.

2) ¿Estas de acuerdo con que la actual Asamblea Nacional sea declarada Obstructiva y Transitoria, y en consecuencia El Presidente de La Republica Bolivariana de Venezuela, facultado por La CRBV proceda a su disolución en un lapso de tres meses contados desde la fecha de su instalación? Si o No.
Si muchos son los que quieren salir de Maduro, son muchos también los que quieren salir de la actual Asamblea Nacional. Pues, son muchos los que han entendido que los varios toletes en que está dividida la oposición, solo quieren una cosa: la silla de Miraflores.

Entonces dejémonos de pendejadas y consultemos al pueblo en un gran referéndum y punto…no se, decimos nosotros por aquí abajo. 

miércoles, 17 de febrero de 2016

LA RENUNCIA DE MADURO

   Por estos días se puede leer por las redes sociales y en la prensa toda, el clamor de que hacen sobre la renuncia a La Presidencia de La Republica de Nicolás Maduro. Casi como una etiqueta que se empeñan en posesionar en los primeros lugares. Como una especie de guerra psicológica que busca acondicionar, preparar a la gente para que entienda que es normal la salida de Maduro.
   A esta aberración jurídica, legal y constitucional, se suman, de manera no menos asombrosa, la opinión de doctos, eruditos de izquierda, filósofos de la mentira; en su mayoría dizque militantes de izquierda, que sin darse cuenta hacen una sola voz con los enemigos políticos que han jurado la derrota del chavismo, encarnado en Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, fundamentalmente.
   El portal Aporrea parece cortado con la misma línea editorial de La Patilla, de Los Runrunes, de El Nacional. Tienen la misma coincidencia, en cuanto a que la solución es la SALIDA de Nicolás Maduro. Y ni decir de Marea Socialista de Nicmer Evans quien se declara chavista pero acusa a Maduro de traicionar el legado de Chávez. Con igual coincidencia con Héctor Navarro, El Monje Jorge Giordani y Maria Elisa Osorio.
   Ahora bien, esta es una crisis un poco extraña; real en su padecer diario, pero estimulada por la massmedia; llevada por esta a extremos de angustia en la población (al menos con esa pretensión), pero al parecer solo hace mella en las mentes “lucidas” de este país, que son finalmente los que vociferan la SALIDA de Nicolás Maduro. Pues, “La rebelión de las masas” (para decirlo en voz de Ortega y Gasset); “Todo el mundo es masa”; en este caso nos referimos al pueblo venezolano; subestimado siempre por la burguesía, se mantiene tranquilo, ejerciendo su ciudadanía y sumergido en la cotidianidad.
   Pareciera que la crema y nata de la inteligencia de este país coinciden; ubicados de espalda al pueblo, que la solución a la crisis es la SALIDA de Maduro. Critican hasta la saciedad las políticas del gobierno y juegan sin descaro, como lo he señalado con anterioridad, al juego del caos. Muchos sectores se han inscrito en el golpe de Estado y vienen trabajando estrechamente en La SALIDA.
   Que hay militares? No es de extrañar. Que hay gente involucrada ejerciendo en este momento funciones de gobierno? No es de extrañar? Que hay empresarios, políticos, diputados? No es de extrañar. Pero una cosa también es cierta; como un río crecido, con su tropel de rabias y carencias, con sus necesidades a cuestas, pero concientes del gran esfuerzo y la gran dignidad que envuelve a Nicolás Maduro, hay también un pueblo (y hoy hay que decirlo con más énfasis; pueblo como expresión política, como clase social, etc), que si se ha callado hasta ahora todo los arrebatos de la derecha; golpes de Estado, guarimbas y planes golpistas, esta vez no va a estar dispuesto a la pasividad.
   Ni Maduro debe renunciar ni el gobierno debe apartarse de la legalidad ni de la legitimidad. Pues, si algún elemento signe a este proceso político, es precisamente la legitimidad.
   Con El Chavismo, el pueblo se ha convertido en actor político y no va a permitir que en Venezuela se cometa una atrocidad jurídica parecida a lo que le ocurrió a Manuel Zelaya.
   La verdadera crisis del país es política. Toda vez que la lucha de clases sociales ha puesto en el tapete la aniquilación de la forma de gobierno que representa Nicolás Maduro.
   Henri Falcón se muestra como la panacea para resolver la crisis. Víctor Álvarez (ex ministro de Chávez), fustiga, con sus opiniones, la política económica. Marea Socialista, invocando a Chávez, piden la renuncia de Maduro. Vladimir Villegas, desde El Progresismo de Izquierda Moderado, se abre nuevamente, jugando a la parcialidad (al menos eso creíamos), pero atizando y criticando a Maduro. Sin embargo, nadie critica ni enfrenta a Ramos Allup, quien no oculta sus aires de gorila y quien no repara en ofensas, tanto personales, como de desconocimiento a las instituciones democráticas.
   Satisface sin dudas Ramos Allup a un basto sector de la burguesía que desde hace tiempo está ávida de glamourt. Pues, ya basta de baratísmos, de licras sudadas y con rayas de tigre, poblando los alrededores de La Asamblea Nacional. Es hora del buen whisky y de resaltar la moda que promueve la Carolina Herrera, y de una esposa que ejerza, como un ensayo para cosas mayores, como Primera Dama del parlamento (cosa que no existe en el protocolo), pero si en el fuero interno de quienes se creen una clase social exquisita.
   Ante tanta locura, tristemente vemos sumada, al grito de la oposición por la SALIDA de Maduro, a mucha gente que creíamos progresista y de izquierda. Claro, ellos se alientan su juicio ante lo que muchos llaman La Caída de los Dogmas. Como lo es el encuentro entre Castro y Obama, el acuerdo de desarme y cese de la guerra entre La FARC-EP y el gobierno de Santos. O el encuentro recientemente entre El Papa y la primera autoridad (ortodoxo), religiosa de Rusia, junto al mismo Raúl Castro.
       El país reclama que todos comulguemos por el bien de la republica. No todos pensamos igual, pero el cuerpo jurídico no puede ser desechado y pisoteado. Es guía y norte. La Constitución Nacional goza de legitimidad. Es nacida de una acción constituyentista única. Es nuestra carta de navegación. 

miércoles, 10 de febrero de 2016

EL JUEGO DEL CAOS


     La gran mayoría sabe, sobre todo ese gran número de personas que tienen la posibilidad de viajar constantemente fuera del país, que la crisis que padece Venezuela es una crisis que no es ajena a la crisis mundial que padece El Modo de producción Capitalista. Crisis épocal o crisis sistémica, según califican algunos autores. Pero una Crisis eclipsada por la diatriba política que busca caotizar a toda la sociedad para que el poder político cambie de mano.
   En Venezuela hay elementos de la crisis que son muy concretos. Uno es la estrepitosa baja de los precios del petróleo y sus nefastas consecuencias. Otro elemento es la llamada Guerra Económica que nos ha permitido ver con mayor claridad que el control de los medios de producción está en manos de la burguesía.
   Y es que a través de la concepción marxista de la historia queda develada la cruenta lucha de clases sociales, que en el caso de Venezuela, es una batalla que se expresa en todos los ámbitos de la sociedad. En ella participan unos y otros, conscientes o no, pero militando en la polarización que parte al país en dos. Marx decía que; “No es la conciencia del hombre lo que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”
   Mientras la guerra económica va tomando diversas expresiones, desde el gobierno revolucionario se hacen gigantes esfuerzos por combatir el contrabando de extracción, el bachaqueo y el acaparamiento y desaparición  de productos de la cesta básica.
   Claro, a todo esto se suma una crisis estructural que arrastra la sociedad. La cual tiene que ver con el escaso desarrollo de nuestras fuerzas productivas, con una economía altamente dependiente de la renta petrolera y un escaso desarrollo de la agricultura y de la ganadería. Aspectos que en solo 17 años es imposible sembrar como cultura y como políticas de Estado (contrario a los 40 años de la llamada Democracia Representativa que después del derrocamiento de la dictadura de Marcos Perez Jimenez se perdió un valioso tiempo de construcción de una Venezuela potencia).
   Peligrosamente se está intentando “sembrar” en el país la idea del caos. De todo se le echa a la culpa al gobierno y toda acción negativa o irresponsable, hasta en los ámbitos privados y no gubernamentales, es culpa y responsabilidad del gobierno.
   La responsabilidad individual de comportarnos como ciudadanos queda diluida y achacada al gobierno. Nadie es responsable de nada. Hasta las lluvias que se han alejado por estos días, es responsabilidad del gobierno.
   Mucha gente participa irresponsablemente en este juego perverso del caos. Desde el médico que llega tarde a la consulta, sin respetar la larga espera de sus clientes (perdón, de sus pacientes), hasta el funcionario público que no atiende bien al usuario de los servicios, o que pretende cobrar por los mismos.
   Todos tenemos participación en este Juego del Caos. Desde el que no cumple con su trabajo, hasta el vendedor, el aseador, la enfermera, los empresarios, el médico, el maestro. Todos, por que todos somos ciudadanos.
   Hay una corresponsabilidad de todos los ciudadanos para con el país. Pero es que en nuestro afán por promocionar el caos, nos resignamos en creer que nada funciona, que nada sirve. Más sin embargo, cuando vamos al exterior, si es al Norte es mejor, el caos lo asumimos con resignación, pues, como ciudadanos globales somos capaces de entender y aceptar todo; con orgullo, sin escrúpulos, sin quejas, sin dolor ni vergüenza, por que al fin de cuentas no es Venezuela.
   En el exterior somos ciudadanos. En Venezuela somos unos inconformes, donde nada sirve, donde nada vale la pena. Donde todo está tan degradado que hay profesionales que con tal de vivir en el exterior son buenos lavando platos o limpiando jardines o limpiando vidrios, por que en Venezuela nada sirve. Más que el país, es el “Sueño Americano” quien los tiene jodidos.
  
  
  
  
        
  
 
  
 
   

miércoles, 3 de febrero de 2016

LA GUERRA SE DESARROLLA EN LA CONCIENCIA (EL ARMA ES LA MASSMEDIA)

La llamada Guerra no Convencional tiene como escenario el plano de La Opinión Pública; ese pequeño mundo de conciencias individuales que se materializa cuando se expresa en las grandes decisiones o grandes acontecimientos que logran impactar a la gran mayoría de la sociedad, convirtiéndose como en una sola voz que dice expresar una idea en común.
La massmedia pretende canalizar esa opinión y convertirla en verdad. Al menos hacerla valedera.
En el plano de la Opinión Pública se debate la razón y la sin razón. Se gana la aprobación y aceptación. Por ello todos van tras ella. Parece el premio a ganar.
Las grandes corporaciones de las comunicaciones no escatiman para inducir opiniones, noticias y hechos, que aun que sucedidos o no, se reconstruyen y se pulen como grandes verdades. Siempre por supuesto para favorecer intereses de personas o grupos de personas, de corporaciones, de empresarios y de gobiernos que en la mayoría de los casos, se beneficiarían con el impacto que en La Opinión Pública, tendrían las noticias o las informaciones que de ella emanen.
Un ejemplo para ilustrar mejor lo aquí dicho, entre muchos otros, lo tenemos con lo sucedido al líder Libio Muammar El Kadhafi, o Gadafi, simplemente. Cuando finalmente se produjo su asesinato, el 20 de octubre de 2011, ya se había hecho un acondicionamiento de la Opinión Pública mundial, de que tal personaje era una amenaza pública y que como tal había que asesinar. La massmedia hizo su trabajo y luego El Consejo de Seguridad de La ONU legitimó la “verdad” y La OTAN con sus aliados, concreto la captura y posterior asesinato del líder Libio.
Incluso, hubo un hecho, poco publicitado, que para fortalecer el trabajo que venía haciendo la massmedia, cual película de Hollywood, la llamada Fuerza Aliada, en un desierto cercano a la capital de Libia, construyo una replica de Trípoli, y con un actor, hicieron el doble de uno de los hijos de Gadafi, que lideraba a las fuerzas rebeldes, fingieron la captura de este, con un mensaje añadido llamando a sus compañeros a la rendición.
En Venezuela ocurre una situación muy particular. Si bien nadie en su sano juicio puede negar que el capitalismo, como Modo de Producción y como ideología, ha sumergido al mundo en una terrible crisis, de magnitudes inimaginables, que como nunca antes, pone en peligro de extinción de la especie humana, y a la cual se han sumado voces que alertan el peligro, como la del Papa Francisco y organizaciones de DDHH. Y además la baja estrepitosa de los precios del petróleo que suman también en el deterioro de aquellas economías llamadas rentistas, que como Venezuela, dependen grandemente del petróleo. Pero que sin embargo, la massmedia se empeña en sembrar la idea; lo propaga, lo difunde, lo dramatiza, que el modelo político que lideró Hugo Chávez y que hoy encarna Nicolás Maduro, ha fracasado.
La massmedia le grita a los cuatro vientos, nacionales e internacionales, que en Venezuela existe una crisis humanitaria. Ha empezado a satanizar a Nicolás Maduro y allanan el camino para una intervención multinacional que le ponga en bandeja de plata a los centros de poder del mundo, las infinitas riquezas que alberga Venezuela.
El escenario de la guerra es la conciencia de la gente. Es el empeño por crear Opinión Pública. Es generar las condiciones para justificar luego cualquier atrocidad.
Se busca deslegitimar los logros sociales de la Revolución Bolivariana, cuando por el contrario su mayor fortaleza es la atención social (vivienda, educación, salud y libertades políticas), a las grandes masas históricamente explotadas y marginadas.
Es oportuno levantar un tanto la mirada para ver lo que ocurre hoy en Argentina. El Presidente Macri en menos de tres meses de gobierno ha puesto en la calle a más de 15 mil despedidos de La Administración Pública, ha decretado una liberación de precios, ha eliminado los controles cambiarios, etc.
Argentina y su situación actual, es como un fantasma que recorre el continente.

Es hora de estimular el sentido crítico y la conciencia. Cuestionemos hasta nuestros propios juicios, pero miremos la realidad desde todos los ángulos posibles. Todo se sigue moviendo, nada permanece inerte y quieto.            

UN GIRO A LA DERECHA

        Hay compañeros que viven en una permanente crítica al gobierno bolivariano. Son implacables, severos y constantes en sus críticas. T...