Todos coincidimos en que el
hampa y la delincuencia están desbordadas. Y lo que es más terrible, que hoy día
los actos delictivos están cargados de mayor crueldad. Hay un desmedido
desprecio por la vida y la integridad de las personas.
La delincuencia, como nunca antes, lleva a cabo acciones, que
hasta hace muy poco, eran ajenas a nuestras costumbres e idiosincrasia. Muchas de
ellas adoptadas de la delincuencia colombiana. Como es el caso del sicariato y
el desmembramiento de las victimas, y el uso de motocicletas para cometer actos
delictivos.
Las razones de la delincuencia no es en verdad el motivo de este
análisis, queda para después. Pero en verdad llama poderosamente la atención los múltiples ataques
que se le hacen a las Operaciones para La Liberación del pueblo (OLP); que si
bien desarrollan acciones de choque para combatir a la delincuencia organizada,
posee también trabajos de inteligencia y vinculaciones directas con el poder
Popular.
Recientemente ocurrieron en Barlovento, Estado Miranda, unos
hechos que involucran a los puestos militares asentados en la zona. Se habla de
violación de los DDHH y mil cosas más que buscan, peligrosamente, desprestigiar
las acciones militares en la zona. Se habla incluso de militares detenidos y
hasta degradados de sus rangos, incluido un Comandante.
Particularmente creemos que esto tiene un ribete muy peligroso. Además
que potencia a la delincuencia, arremetemos, desde el punto de vista de la
opinión pública, contra una acción del Estado que está combatiendo al hampa, en
una de las zonas más peligrosas y sanguinarias de Venezuela. Basta con oír
testimonios de familias enteras que han sido victimas del hampa en esa zona. Para
ellos, donde están los DDHH?
Este Raung lo ganó el hampa. Al menos en esta zona La OLP ha
quedado disminuida, y en consecuencia, los habitantes de la zona y quienes
transitan por esas arterias viales, desguarnecidos.
La gente es una cosa seria. Si el gobierno no hace es por que no
hace y cuando hace vienen las criticas y defensa a ultranza de puros “niños de
pecho” que a la primera oportunidad que tengan, seguramente nos descuartizaran
y dejaran para el olvido.
La acción del
Estado debe ser contundente con la delincuencia. Más aun cuando la crueldad y
el desprecio por la vida han aumentado.
Desde esta columna
nos solidarizamos con los Comandos Militares de Barlovento, con el Teniente
Coronel José Rojas Córdova y con toda la tropa que presta servicio en la zona.
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