Cueste lo que cueste, quieren matar la verdad. La oposición venezolana;
sus líderes y voceros, están caotizando a la sociedad. Las acciones y planes
que están desarrollando, muy bien pensados y concebidos, poco a poco han ido
sembrando odio y locura.
La clase social media y alta venezolana
están de psiquiatra. Mucha gente que uno cree culta y estudiada, personas que
han tenido la oportunidad de experimentar niveles elevados de conocimientos;
científicos y filosóficos, acometiendo y estimulando actos de locura. Es como
que la animalidad, lo más irracional de la personalidad, los arrastra y domina.
Es increíble como, a cada paso de la
oposición, sus convocatorias a marchas, trancazos, plantones, etc, solo dejan a
la ciudad destruida. Los destrozos son impresionantes. El odio y la locura los
guia. Una señora defecando en plena calle, otra se desnuda en una marcha,
padres que hablan de matar y asesinar a los dirigentes del chavismo delante de
sus pequeños hijos sin importar las consecuencias.
En La Plaza Altamira hay un paredón con el
rostro de los líderes y de altos funcionarios de gobierno, expuestos al
escarnio público, como vulgares delincuentes, alimentando el odio de todos
cuanto allí asisten. Es una práctica fascista que busca la muerte y el
asesinato de estos.
Los dirigentes de La MUD son los
responsables de los más de 30 muertos que han ocurrido en estos meses de
locura. Ellos convocan y promueven la violencia y el Estado los premia con la
impunidad. Hay una máxima en Derecho que reza; “A confesión de parte, relevo de
prueba”. Hay demasiadas pruebas que demuestran la participación directa de la
dirigencia de la MUD en los actos vandálicos. Hay grabaciones telefónicas,
testimonios, fotos, videos. Esta develada la relación directa de la alta
dirigencia de la MUD con sectores de la delincuencia común.
Hay una crisis terrible de la palabra. Del
discurso, de la tribuna de oradores. La sindéresis y el sano juicio están
extraviados. Estamos dando un mal ejemplo a nuestra generación de relevo. Que
ya es bastante decir, está expectante mirando el comportamiento de los adultos.
La clase media venezolana se debate en un
dilema existencial terrible. Actúa y se comporta como la clase social alta,
pero cuando saca las cuentas de sus finanzas, las cosas no cuadran. Por otro
lado, cuando mira a la clase social baja la ve parecida a ella, en cuanto a acceso a
los servicios públicos, a calidad de vida, menos marginalidad, más acceso a la
educación y a la salud, etc.
La clase social media no soporta que “los
marginales” vivan en apartamentos dignos, vayan a CDI parecidos a clínicas
privadas, tengan vehículos (aunque Orinoco y Arauca, igual anhelados por ella),
y teléfonos inteligentes y tablees, etc.
Claramente lo ha expresado Pérez Pirela, y
lo suscribimos. No pensaran quienes hoy ejerce un liderazgo de odio, que raya
en lo delictual, que mañana pretendan gobernar este país en paz.
Están aplicando el mismo libreto que hoy
aplican a Siria. La mediática perversa desprestigia a Venezuela en el mundo. Nos
venden como que fuéramos una dictadura; que no hay libertades y que la población
está oprimida. Niegan e invisibilizan a los millones de hombres y mujeres que
apoyan al Gobierno Bolivariano y que pueblan las calles de Caracas cada vez que
hay movilizaciones.
El país necesita hacer su vida cotidiana en
paz. Ningún país del mundo se desarrolla con guarimbas, paralizaciones y
trancas. La madre patria exige respeto.
Saludos Dr. Cada columna que nos brinda, nos enseña a ver la verdad y a valorar el Legado del comandante Chavez. Dios le bendiga. Éxitos
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